Illarramendi-Pardo. La dupla formada por el mutrikuarra y el riojano en el centro del campo realista durante las dos últimas jornadas, alineada por dos importantes y convincentes victorias, ha devuelto la ilusión a la afición realista. Al margen de una calidad técnica que se daba por supuesta, los dos jóvenes centrocampistas han demostrado una madurez y una capacidad para sujetar al equipo, también en tareas defensivas, y la grada ya ha comenzado a recordar a aquella pareja compuesta por Mikel Aranburu y Xabi Alonso, eje de aquella Real que luchó la Liga con el Real Madrid hasta la última jornada hace diez años.

Como casi todo producto de consumo masivo, el fútbol se alimenta de hipérboles y los elogios hacia la pareja de pivotes se están multiplicando tras el partido ante el Rayo, pero Asier Illarramendi demostró también ante las cámaras y los micros la misma serenidad que demuestra sobre el césped, al agradecer todas las alabanzas, pero «tampoco hay que volverse loco», señaló, y contextualizando sus buenas actuaciones en el gran rendimiento que ha dado todo el plantel en los dos últimos partidos de Liga.

Mejor por detrás

Eso sí, aún tomando con todas las precauciones del mundo las responsabilidades y los roles que un determinado sistema o dibujo táctico pueda otorgar a un futbolista, Asier Illarramendi reconoció que se siente más cómodo cuando le toca jugar como el pivote más retrasado de la pareja que habitualmente suele alinear Montanier.

Es decir, a comienzos de la temporada, cuando el mutrikuarra compartía equipo con Markel Bergara o Elustondo, él solía ser el que, especialmente en ataque, solía jugar algunos metros por delante, mientras que con el de Rincón de Soto, es el riojano el que toma posiciones más ofensivas, dejando el juego más de cara al guipuzcoano, posición en la que entiende desenvolverse mejor.

Lo que está claro es que, por lo menos de momento, la sociedad funciona a las mil maravillas, tanto en ataque, -con seis goles en dos partidos- como en defensa -con solo uno encajado ante dos equipos alegres como Málaga y Rayo-. «Los dos últimos partidos he tenido la oportunidad de jugar con Rubén y la verdad es que me he sentido muy cómodo. Además, el equipo también ha ganado esos dos partidos y con las dos victorias el trabajo se valora más», reconoció el centrocampista.

Ahora bien, como el mismo Asier Illarramendi explicó en sala de prensa, la vista de Osasuna presenta, al menos en teoría, su primera prueba ante un rival de un estilo completamente diferente. «El Rayo vino a jugar, es un equipo peligroso, ofensivo, juegan abiertos pero también reciben muchos goles. Creo que Osasuna jugará más atrás, es un equipo más rocoso y tendremos menos sitio sobre el campo. Pero en casa estamos fuertes, estamos creando muchas oportunidades y también estamos haciendo goles», apuntó.

En este sentido, el centrocampista realista confía en, una vez haber podido conseguir dos victorias consecutivas en casa, poder dar continuidad a la buena racha, aprovechando las buenas prestaciones del equipo en los partidos disputados en Anoeta. «Estamos bien en Liga y hay que seguir con esa racha. Jugamos ahora en casa, donde hemos jugado buenos partidos aunque hemos perdido dos partidos. En casa estamos fuertes y hay que seguir así», dijo.

Ganar el derbi de mañana supondría alcanzar un sexto puesto virtual en la tabla, algo a lo que Illarramendi no quiere conceder excesiva importancia. «Debemos ir partido a partido. Si ganamos nos pondremos muy bien en la tabla pero luego tenemos un partido muy difícil ante el Valencia y todavía justo hemos hecho empezar la Liga», apuntó el de Mutriku.

Con la reincorporación ayer de Mikel González y Elustondo al grupo, Montanier de momento solo tiene las bajas de Cadamuro y Markel para ese partido.