Los rebeldes del M23 anuncian su intención de llegar a Kinshasa
Tras la toma de Goma, los rebeldes del M23 proclamaron su intención de continuar avanzando hasta Kinshasa, la capital de la República Democrática de Congo (RDC), y derrocar al presidente Joseph Kabila, quien ayer se reunió en Kampala con el presidente de Rwanda, Paul Kagame, a quien acusan de apoyar a los insurgentes. Mientras, se suceden las alertas de desastre humanitario en esta castigada zona.
GARA | GOMA
Los rebeldes del M23, que consolidaron ayer su control de Goma pese a la condena de la ONU, exigieron la marcha del poder del presidente de la República Democrática de Congo (RDC), Joseph Kabila, afirmando que marcharán hasta Kinshasa. Los rebeldes tomaron también Sake, situada a 30 kilómetros de Goma. «No nos vamos a detener en Goma, iremos hasta Bukavu, Kisangani y Kinshasa», proclamó ayer el portavoz militar del M-23, el coronel Vianney Kazarama, ante una multitud reunida en el estadio de Goma.
«El señor Kabila debe abandonar el poder porque no se impuso en las elecciones del año pasado», añadió Kazarama, ha- ciendo referencia a las acusaciones de fraude de la oposición tras las presidenciales de noviembre de 2011.
La reunión del estadio, convocada el martes mediante un llamamiento por radio por el M23 para identificar a los policías y militares residentes en Goma, se convirtió en un mitin.
El presidente de la RDC se reunió durante dos horas en Kampala con su homólogo Paul Kagame, el presidente de la vecina Rwanda, acusada por Kinshasa y la ONU de apoyar a los rebeldes. También estuvo presente su anfitrión ugandés, el presidente Yoweri Museveni, también bajo sospecha. Los tres instaron a los rebeldes a dejar Goma.
En la capital de Kivu Norte, Goma, sus habitantes intentaban ayer recuperar su actividad habitual. No se escuchó ningún disparo por la noche. Algunos soldados del M23 aparcaron en las rotondas mientras otros patrullaban por las principales arterias. No se veía a los cascos azules de la ONU.
«Debéis uniros a nosotros», instó el portavoz del M23 a los policías y soldados reunidos en el estadio. Uno de los militares explicó a la agencia France Presse que esperaba recibir un sueldo mejor de los nuevos dueños de la ciudad.
El martes por la noche, el Consejo de Seguridad de la ONU votó por unanimidad una resolución en la que se reclamaban sanciones con los dos líderes del M23, Innocent Kaina y Baudouin Ngaruye.
La resolución, propuesta por el Estado francés, exige también a los países vecinos que apoyan al M23 que abandonen esta actitud.
Rwanda actuó rápidamente tras la toma de Goma y pidió al Gobierno de la RDC que negocie con los rebeldes, una exigencia del M23 que siempre ha sido rechazada por Kinshasa.
Ayer por la mañana, se registraron manifestaciones en Bukavu, capital de Kivu Sur, para protestar por la toma de Goma.
Drama humanitario
Una vez más, esta rica zona de África se convirtió en origen de denuncias de ataques a los derechos humanos. Así, Roger Meece, responsable de la misión de la ONU en la RDC (Monusco), alertó de que los rebeldes del M23 habían llevado a cabo ejecuciones sumarias.
Junto a ello, la Monusco alertó de que la entrada del M23 en Goma ha agravado la ya de por sí dificilísima situación que viven los desplazados internos de la zona y de que pondrá en peligro de forma muy particular a alrededor de 200.000 niños, que se enfrentarán a un mayor riesgo de violaciones, reclutamientos forzados y otros abusos por parte de las distintas milicias armadas.
Una de las mayores preocupaciones de las agencias humanitarias es la suerte de 60.000 residentes en el campamento de desplazados internos de Kanyaruncina, situado al norte de Goma y en cuya zona se atrincheraron los combatientes del M23 para lanzas su ofensiva.
El ministro belga de Exteriores, antigua potencia colonial de la RDC, reclamó ayer que se refuerce la acción de la misión de la ONU ante el avance de los rebeldes del M23.
«La Monusco es la mayor operación de la ONU en el mundo. ¡17.000 soldados! ¿Cómo puede ser que no sean capaces de parar una rebelión?», preguntó Didier Reynders en la radio pública RTBF.
«Se trata de la constatación de un doble fracaso. No se ha dotado a la Monusco de medios suficientes, especialmente para llevar a cabo misiones ofensivas para hacer frente a los rebeldes», dijo Reynders. El mandato de la Monusco se limita a la protección de civiles.
«Hay que reforzar el mandato. Lo he pedido a nivel europeo y Francia va a llevar este mensaje a la ONU», precisó Reynders, que también mencionó la posibilidad de «aumentar la cifra de soldados» en 2.000 unidades, tal y como permite el actual mandato.
A su juicio, este refuerzo debería corresponder a los países vecinos, «puesto que los europeos no quieren actualmente enviar tropas europeas de combate». Reynders también instó a la ONU a investigar la implicación de Rwanda. GARA