Está claro que la Europa League, la competición continental que elevó a los altares al Athletic de Bielsa, se ha travestido esta temporada en un infierno para los rojiblancos. Una mal sueño que puede tener, quién sabe si hasta final feliz hoy, si Olympique de Lyon y Sparta de Praga apañan entre ambos su clasificación. De ser así, perdería protagonismo la búsqueda de una fecha para jugar el partido aplazado que los leones debían jugar en suelo israelí y al final cancelado, como su vuelo ayer, por la UEFA.

El máximo órgano del fútbol europeo decidirá fecha «a finales de esta semana», quizá este viernes, a la espera de lo que hagan checos y franceses esta tarde, al tiempo que el club hebreo aseguraba que el choque se jugará la próxima semana e incluso se hablaba de un tercer país neutral, como Chipre. El problema es que el Athletic tiene partido de Copa ante el Eibar el miércoles y de Liga ante el Barcelona el sábado.

Ayer se barajaba la posibilidad de posponer uno de esos dos encuentros si fuese necesario -el Eibar llegaba incluso a insinuar en su página web por la tarde un posible aplazamiento-, pero desde el Club de Ibaigane prefieren esperar acontecimientos y ver la trascendencia final que toma el duelo ante el Hapoel Kiryat Shomona. Desde ahora y hasta Navidades, de pasar en Copa, el Athletic no dispondrá de semanas libres.

Más de uno se acordaba ayer del partido aplazado por la nieve en Viena, o de los incidentes en el campo del Anderlecht e, incluso, del encuentro de vuelta suspendido la temporada pasada ante el Trabzonspor turco. Sea como fuere, la Europa League se ha tornado este año un quebradero de cabeza para los leones y máxime como el equipo quede apeado hoy mismo de la competición; le quedarían dos partidos intrascendentes, en los que vista la convocatoria de Bielsa para viajar a Israel, los jugadores de la cantera tendrán una oportunidad de primer nivel para demostrar maneras.

Así es, los jóvenes Markel Etxeberria, Kepa Arrizabalaga, Iker Undabarrena, Eric Saborit y Guillermo Fernández eran de la partida. Quién sabe si el 6 de diciembre en San Mamés, ante el Sparta, estos cachorros tengan una soñada oportunidad.

Viajar si había seguridad

No sabemos si los menos habituales convocados por Bielsa sintieron el aplazamiento del partido, pero seguro que los De Marcos -«están en guerra y acojona un poco», dijo el día antes- y compañía habrán respirado aliviados. La salida del vuelo de los rojiblancos desde Loiu estaba prevista para mediodía y en la misma sala de espera para embarcar recibieron la noticia del atentado contra un autobús en Tel Aviv. El club reaccionó rápido y gestionó ante la embajada israelí en Madrid y la UEFA la garantía de la seguridad del grupo como habían sostenido en los últimos días. Una hora después, el organismo europeo les comunicaba la decisión de suspender el encuentro.

El presidente rojiblanco, Josu Urrutia, insistió después en que «estábamos con el posicionamiento de ir porque nos decían que nos garantizaban la seguridad, con lo cual ya demostramos que si nos garantizan la seguridad estamos dispuestos a jugar». Sin embargo, «se veía difícil seguir garantizando la seguridad. Supongo que cuando lo han aplazado también lo han visto así». Sobre la necesidad de buscar ahora una fecha para el partido, Urrutia respondió que «las consecuencias en el calendario son secundarias, no son importantes. Lo que me importa es la seguridad de todos».

Ese todos incluye también a los aficionados que iban a compañar al equipo en su desplazamiento, entre ellos 23 de la Peña Gianza que tenían prevista también su salida por la mañana vía Bruselas, pero que decidieron no tomar el avión. Igualmente, el club, avanzó el propio presidente, se puso en contacto con la embajada israelí en Madrid para ponerla «al tanto de los aficionados que están allí».

Así las cosas, después de haberse ejercitado a las 9.00 en Lezama y luego perder media mañana en la terminal de Loiu, los rojiblancos vuelven esta mañana a los entrenamientos para preparar descansados su vital partido ante el Deportivo este domingo. Seguro que para entonces ganas de jugar no les faltarán a Herrera y De Marcos, a los que estas dos semanas de parón se les habrán hecho eternas. Habrá que ver también si la recuperación de Amorebieta va por buen camino y si Muniain puede llegar también.