La semana que concluye ha sido pródiga en acontecimientos, entre los que destacan el acto del martes en Aiete y los movimientos de la izquierda abertzale para el reconocimiento de todas las víctimas. Pernando Barrena lo reivindicó ayer en una rueda de prensa en Donostia en la que la atención periodística se centró en el apoyo de Bildu en Beasain a un homenaje celebrado ayer a los ertzainas Isabel Arostegi y Javier Mijangos, muertos a manos de ETA en 2001. Barrena situó este apoyo en su compromiso con el reconocimiento de todas las víctimas del conflicto, que él mismo explicitó el miércoles en una conferencia en Barcelona que tenía como referencia el recuerdo a Ernest Lluch, también víctima de ETA.

En alusión a ese apoyo de Beasain, Barrena dijo que «pensamos que avanza en la dirección correcta, en el reconocimiento y en el intento de reparar la memoria de todas las víctimas». Y como lectura más general, recordó que «desde el pronunciamiento del Kursaal hemos recorrido un nuevo camino, desde la responsabilidad, que entendemos que está dando sus resultados en el sentido de tejer una lógica de soluciones también en este ámbito, sobre tres pilares: reconocimiento de todas las víctimas, reparación y exigencia de la verdad para todas y todos, para lo que proponemos la creación de una Comisión de la Verdad bajo tutela internacional».

El representante de la izquierda abertzale subrayó que «esta semana ha marcado un nuevo paso en esa búsqueda de soluciones» e hizo hincapié en que «es nuestro deber, que asumimos en primera persona, el de sumar más pasos a los ya dados de la mano de la sociedad vasca y la comunidad internacional».

«Soluciones en marcha»

En la misma comparecencia, la izquierda abertzale incidió también en el acto del martes en Aiete como constatación de la existencia de «una agenda de soluciones en marcha». Citó también la conformación de un Parlamento de Gasteiz que supera la situación de excepción anterior. Y añadió que existe «una ola social» por las soluciones «que debe recorrer las instituciones, que exige de la participación activa de todos los representantes institucionales, pero que debe ir más allá con la implicación de todos los agentes sindicales y sociales».

«Este pueblo debe empujar para hacer variar las posiciones intransigentes y boicoteadoras de Madrid y de París», añadió Barrena, para quien «Ipar Euskal Herria es el espejo donde mirar a la hora de abordar la normalización política de nuestro país. Nadie puede arrogarse el protagonismo exclusivo y excluyente en la tarea de la normalización. Nadie sobra, todos somos necesarios, dentro y fuera de las instituciones».