El ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, expresó ayer al secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, la preocupación de Rusia por los planes de desplegar misiles interceptores Patriot en territorio turco cerca de la frontera siria.

Según un comunicado del Ministerio ruso de Exteriores, «Lavrov subrayó la inquietud rusa por los planes de ampliar el potencial militar en la región» de Oriente Medio y propuso a Rasmussen «la creación de una línea directa entre Ankara y Damasco con el fin de prevenir incidentes».

Por su parte, agrega la nota, «Rasmussen informó sobre la solicitud de Turquía a la OTAN para que emplace en su territorio lanzaderas de misiles Patriot».

Horas antes, el jefe de la diplomacia rusa había asegurado que «mientras más armas se acumulen, más alto es el riesgo de que éstas se utilicen y que cualquier provocación pueda desencadenar su uso».

«Cualquier provocación podría llevar a un conflicto armado muy grave (...) Quisiéramos evitarlo», apuntó.

Con todo, admitió que Moscú entiende muy bien la preocupación de Turquía, país miembro de la OTAN, en relación a la tensión en la frontera con Siria y, en particular, a la situación en torno a los refugiados sirios que huyen a Turquía.

Por su parte, Siria calificó ayer de nueva «provocación» la petición de Turquía, que se ha convertido en el principal enemigo en la región del régimen de Bashar al-Assad.

La próxima semana un equipo de la Alianza Atlántica visitará Turquía para analizar el posible despliegue de los Patriot, cohetes tierra-aire capaces de interceptar misiles y aviones.

La solicitud de Ankara responde a la repetida caída de proyectiles sirios sobre suelo turco y al aumento de los enfrentamientos entre tropas sirias y rebeldes a pocos metros de la frontera con Turquía.

El pasado octubre, Turquía ya pidió una reunión de urgencia de la OTAN por este problema, después de que un obús procedente de Siria causase cinco muertos y trece heridos en su territorio.

Los turcos también han bombardeado puntos de Siria en varias ocasiones.

442.000 refugiados

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), por su parte, informó ayer de que el número de sirios que han buscado refugio en los países vecinos huyendo del conflicto que comenzó en marzo de 2011 se acerca a los 450.000 y prácticamente se ha duplicado desde el pasado mes de setiembre.

Según indicó el portavoz de la agencia de la ONU, Adrian Edwards, en Ginebra, en la región hay ya 442.256 refugiados sirios registrados, 213.000 más de los que había a principios de setiembre. Además, subrayó que «esta cifra no incluye a los cientos de miles de sirios más que no acuden a registrarse».

Líbano es actualmente el que más sirios ha acogido, con 127.420; seguido por Jordania, con 125.670; Turquía, 123.747; Irak, 55.685; y los países del norte de África, con 9.734 refugiados.

En el de Irak, Edwards resaltó que el numero de refugiados registrados o a la espera de estarlo «se ha triplicado desde el 1 de setiembre, pasando de 18.700 a más de 56.000». Tres cuartas partes se encuentran Kurdistán Sur, al norte del país.