Sindicatos irlandeses se manifiestan en Dublín contra la política de austeridad del Gobierno
GARA | DUBLÍN
Sindicatos irlandeses y varias agrupaciones ciudadanas se manifestaron ayer en Dublín contra la política de austeridad del Gobierno, que presentará el 5 de diciembre sus presupuestos de 2013. Unas 20.000 personas se echaron a las calles y advirtieron de que, después de varios años de duros ajustes, la ciudadanía está «harta» y lista «para pelear».
Durante la protesta, el presidente del DCTU (Consejo de Sindicatos de Dublín), Michael O'Reilly, recalcó que la sociedad irlandesa ha dado un primer paso para «obligar al Gobierno a revertir su política de austeridad», la cual calificó de «fracaso económico» y «catástrofe social».
Desde que Irlanda solicitó en noviembre de 2010 a la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional un rescate cuantificado en 85.000 millones de euros, su ciudadanía ha confiado, en mayor o menor grado, en el rumbo marcado en este programa de ayuda al Gobierno.
De hecho, las inspecciones internacionales han certificado cada trimestre los progresos de Dublín para alcanzar todos los objetivos fijados en el rescate, lo que ha convertido a este país en un ejemplo para los socios comunitarios que, como Alemania, aseguran que las políticas de austeridad funcionan.
Según O'Reilly, la realidad es que es «imposible salir de la recesión a base de austeridad», porque «con cada recorte del gasto público y con cada euro que quitamos del bolsillo del trabajador estamos cavando nuestra propia tumba».
Añadió que el Gobierno debería centrar sus esfuerzos en «invertir dinero en proyectos de creación de empleo, en ayudar al pequeño empresario y subir los impuestos a los más ricos».
Estudiantes en Roma
También en Roma se desarrollaron movilizaciones, donde miles de estudiantes y sindicalistas se manifestaron para protestar contra los recortes en la educación por la política de austeridad del Gobierno de Mario Monti, ante fuertes medidas de seguridad que impidieron que la marcha llegara al Congreso de los Diputados. Asimismo, alrededor de 1.000 miembros del sindicato Cobas se unieron a la iniciativa estudiantil.