La designación oficial del vicepresidente salvadoreño, el excomandante guerrillero Salvador Sánchez Cerén, y del alcalde de Santa Tecla, el exguerrillero Óscar Ortiz, como fórmula presidencial para las elecciones de febrero de 2014 a la Jefatura del Estado ha certificado el distanciamiento del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN) del actual mandatario, Mauricio Funes, que llegó al poder de la mano de la antigua guerrilla y ahora partido político.

El enfrentamiento entre el FMLN y Funes estalló tras las elecciones municipales y legislativas de marzo de 2012, en las que el Frente perdió por la mínima la mayoría en la Asamblea y la Alcaldía de San Salvador, y ha sido más evidente en materia económica, al reprochársele al presidente el no haber buscado socios estratégicos para aliviar los efectos de la crisis económica, y de seguridad. El roce más reciente ocurrió en mayo, cuando el presidente se quejó en público de que su Gobierno tiene que lidiar con una doble oposición, la de la derechista Arena y la del propio Frente, al que llegó a espetar que si llegó al poder fue porque él fue su candidato.

Así las cosas, antes del verano el FMLN ya había perfilado su nueva plancha para las presidenciales, que fue oficializada el pasado 11 de noviembre en un acto multitudinario en Cuscatlán. Con ella, se busca dar continuidad y profundidad a los cambios hasta ahora acometidos por el Ejecutivo de Funes, el primer Gobierno de izquierda en El Salvador.

Funes, que además no puede presentarse a la reelección, no asistió al acto de proclamación de los candidatos, aunque felicitó al partido que le aupó a la Presidencia y destacó su aporte en el actual Gobierno. «El FMLN es la principal fuerza transformadora del país, una fuerza política que cree en los cambios, que ha trabajado en los cambios y que ha ayudado a emprenderlos», admitió.

Y es por esa senda por la que quiere seguir transitando el Frente. Sánchez Cerén, único superviviente de la Comandancia General del FMLN, se comprometió, por ello, a trabajar para conquistar un segundo mandato para su partido con el fin de garantizar los cambios y «construir el buen vivir». «Óscar y yo nos guiaremos por el corazón y la esperanza del pueblo, les cumpliremos y trabajaremos juntos por un mañana mejor lleno de alegría, bienestar y justicia para todos», señaló.

«Vamos ahora más unidos a una contundente victoria (...), el país no puede retroceder», subrayó Ortiz.

Adhesión al ALBA

Contra los deseos del FMLN, Mauricio Funes ha rechazado integrar a El Salvador en la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), impulsada por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, con quien el mandatario salvadoreño ha marcado distancias durante su mandato.

«Me comprometo a impulsar la adhesión al ALBA», sostuvo Sánchez Cerén durante su proclamación.

El lema escogido por el FMLN para su campaña es «Adelante», el mismo que sirvió a Barack Obama para su reelección.