Cameron y su Gabinete salen indemnes de la investigación de Leveson sobre los medios
Después de meses de entrevistas, discusiones y debates, el informe de Leveson sobre la conducta de los medios y su relación con funcionarios, políticos y policías ha sorprendido por su debilidad. Se limita a pedir un organismo regulador independiente para la prensa.
Soledad GALIANA | Dublín
El informe de Lord Leveson en torno a las prácticas de los medios de comunicación británicos, y especialmente de aquellos propiedad del magnate mediático Rupert Murdoch, exige mayor autorregulación respaldada por legislación para asegurarse el mantenimiento de los estándares mediáticos.
La investigación, encabezada por Leveson, se inició en julio de 2011, al descubrirse que periodistas que trabajaban para el dominical sensacionalista «News of the World» habían intervenido el móvil de la niña Milly Dowler, que fue asesinada por un pedófilo.
Se destapó entonces una práctica de escuchas que se extendieron a otras publicaciones también propiedad de la compañía Independent News, propiedad del magnate. Después de nueve meses de entrevistas e investigación, el documento presentado parece un tanto débil en su contenido.
Regulador independiente
En el informe final, que cuenta con 2.000 páginas, las críticas de Leveson se centran en la actitud de los periodistas. La recomendación central es la creación de un regulador indepen- diente con poderes legales para actuar en nombre de los ciudadanos afectados por las informaciones publicadas en los medios de comunicación, a la vez que para monitorear las relaciones y actividades entre medios, funcionarios públicos y Policía.
Leveson acusó a los medios de «causar estragos en las vidas de personas inocentes» durante décadas. El documento contiene recomendaciones para proteger el derecho de las víctimas y de las personas que presentaron las quejas.
Política y prensa
Leveson fue especialmente crítico sobre las relaciones entre los políticos y la prensa durante los últimos treinta años, que no duda en calificar de «dañinas», pero exonera al actual ministro de Educación, Jeremy Hunt, por su relación con los Murdoch y la posible filtración de información relativa a la adquisición del canal digital BskyB y ni siquiera menciona al primer ministro británico, David Cameron, a pesar de las cuestiones pendientes de su relación personal con la que fuera directora de «News of the World», Rebekah Brooks, o su decisión de contratar como consejero al que también fuera director de la misma publicación, Andy Coulson.
Tanto Brooks como Coulson han sido acusados de sobornos a la Policía y a funcionarios públicos. Precisamente John Yates, quien fuera uno de los comisionados de la Policía metropolitana, es criticado por sus vínculos con los medios de Murdoch.
«La evidencia claramente demuestra que los partidos políticos del Gobierno y la oposición han tenido o desarrollado una relación demasiado cercana con la prensa de una manera que claramente no es beneficiosa para el ciudadano», sentenció Leveson.
No es tanto lo que dicen como lo que se adivina. Esta es la primera vez que los líderes de los dos partidos en la coalición del Gobierno de Londres ofrecen una respuesta por separado ante el Parlamento británico. Todos han interpretado que era imposible para los liberal-demócratas seguir la línea de los conservadores en esta materia.
Cameron se aferró a lo positivo del informe. Posiblemente lo más positivo para él es que no se le nombrara a pesar de sus cenas y paseos a caballo con la familia de Rebekah Brooks, la que fuera directora del «News of the World» y que se sitúa en el centro del escándalo, o su decisión de contratar a Andy Coulson como consejero a pesar de que tuvo que abandonar su puesto por las escuchas ilegales de su periódico a famosos y miembros de la familia real.
Y el primer ministro británico dejó entrever que las recomendaciones podrían verse rebajadas en su implementación, sobre todo en lo que concierne a la nueva legislación que determinaría las responsabilidades y poderes del nuevo organismo regulador, que ha muerto antes de nacer y para cuyo final de viaje, ciertamente. Como se dice en estos casos, sobraban tantas alforjas. S.G.
«Los partidos políticos tanto del Gobierno como de la oposición han tenido una relación demasiado cercana con la prensa que no ha favorecido el interés público», señala el informe Leveson