El presidente de Serbia, Tomislav Nikolic, denunció que la absolución del antiguo comandante del Ejército de Liberación de Kosovo (UÇK) y ex primer ministro kosovar Ramush Haradinaj demuestra que el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) fue creado únicamente «para juzgar al pueblo serbio».

«Nadie será condenado por los horrorosos crímenes contra los serbios kosovares», denunció el político defensor de la idea de la Gran Serbia. «Tales decisiones dificultan la normalización de las relaciones entre Belgrado y Pristina, y aumentan el euroescepticismo en el pueblo serbio».

El nuevo fallo del TPIY se produce solo trece días después de que absolviera en apelación a los antiguos generales croatas Ante Gotovina y Mladen Markac, acusados de crímenes de guerra contra la población serbia de Croacia. En aquella ocasión, Nikolic declaró que se trataba de una «decisión política» que contribuiría a abrir «viejas heridas».

El primer ministro, serbio, Ivica Dacic (del SPS del difunto Milosevic), criticó ambas sentencias pero señaló que el diálogo con Pristina continuará en el marco de las exigencias de la UE.

Pruebas insuficientes

El TPIY confirmó la absolución de Haradinaj y de otros dos guerrilleros kosovares, Idriz Balaj y Lahi Brahimaj, por crímenes de guerra y lesa humanidad contra serbios y otras etnias minoritarias al considerar que la Fiscalía no presentó pruebas suficientes. Haradinaj y Balaj ya fueron absueltos en 2008 en primera instancia, mientras que Brahimaj había sido condenado a seis años de prisión.

Miles de kosovares acudieron a la Avenida Madre Teresa de Pristina para festejar el fallo, mientras la televisión difundía canciones de guerra en honor a UÇK.

Uno de sus comandantes, Haradinaj, perdió a dos hermanos en la guerra y hoy es rival del líder político de la guerrilla, Hashim Thaçi.