Daniel Calparsoro no dirigía para la pantalla grande desde el 2005, en el que hizo el thriller terrorífico «Ausentes». A la espera de que salieran adelante varios proyectos en Hollywood, no perdió el tiempo y realizó las telemovies «El castigo», «La ira» e «Inocentes», todas ellas con buenas cifras de audiencia. Al final las películas que iba a rodar en inglés parecen canceladas, y eso que tanto el survival en la nieve «The Cold» como el western en clave femenina «A Thousand Guns» prometían. A cambio ha decidido adaptar la novela «Invasión» de Fernando Marías, todo un reto por cuanto transcurre a camino entre Oriente Medio y Galicia.

Las limitaciones presupuestarias no le han impedido rodar espectaculares escenas de acción marca de la casa, transformando las localizaciones de Fuerteventura y Lanzaronte en un escenario de combate iraquí. A esas secuencias iniciales les siguen otras urbanas que incluyen persecuciones automovilísticas, filmadas en el centro de A Coruña. Forman parte de un thriller conspirativo en toda regla, inspirado en el vertiginoso ritmo narrativo que Paul Greengrass imprimió a la saga «Bourne», porque aquí el protagonista también se enfrenta en solitario a todo un sistema dentro de una espiral paranoica.

Alberto Ammann es un médico herido durante una emboscada en el frente, que de regreso a casa tratará de recomponer en su mente lo ocurrido. En cualquier caso su percepción de los hechos no coincide con la versión oficial, por lo que querrá llegar al fondo de la verdad. Con Aznar en el gobierno, se verá vigilado y perseguido por un oscuro funcionario que encuentra en la caracterización de Karra Elejalde al villano más enloquecido. Ahora bien, el auténtico duro de la función es Luis Zahera, que la emprende a golpes con Antonio de la Torre, un soldado indeciso que también fue movilizado a Irak.