«Kung Fu Panda 2» y «El gato con Botas» han sido sendos éxito de taquilla para el estudio de animación DreamWorks, que se supera con «El origen de los guardianes», hecha para gustar a la crítica adulta y al público familiar por igual. Este salto cualitativo puede que sea achacable a Guillermo del Toro, ya que en su cometido de supervisor «El origen de los guardianes» es el primer largometraje que ha podido seguir desde el inicio con la fase de preproducción.

Sea cual fuere la influencia del cineasta mexicano, no cabe duda de que David Lidsay-Abaire ha escrito un gran guión, sacándole el máximo partido a los cuentos de William Joyce. El ganador del Premio Pulitzer por su novela dramática «Rabbit Hole», adapta muy bien la idea original de los mitos infantiles convertidos en superhéroes a la actual crisis global.

Papa Noel, El Conejo de Pascua, El Hombre de Arena y El Ratoncito Pérez (en sus identidades anglosajonas) se unen a Jack Frost para combatir al Coco, que amenaza con mutar los sueños de los niños y niñas en pesadillas. Frente a la ola de oscurantismo que se apodera del mundo, ellos luchan por preservar las ilusiones de las nuevas generaciones para que no pierdan la esperanza en la humanidad.

El mensaje optimista de futuro se conjuga con una película de acción que asegura el entretenimiento en casi todo su metraje, y cuando no, el discurso se vuelve irónico. La secuencia en que Jack Frost es ridiculizado, al ser recibido con fanfarrias, incide en aspectos psicológicos nada frecuentes en el cine de animación comercial.