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Campeonato del Cuatro y Medio

La tormenta se convierte en huracán

Los números de Olaizola II desde su reaparición a finales de 2010, tras siete meses de lesión, hablan de un pelotari de otra galaxia.

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Asier AIESTARAN

Cuando Aimar Olaizola se rompió el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha el 24 de abril de 2010, durante el partido de cuartos del Manomanista contra Patxi Ruiz en el Labrit, la preocupación entre los aficionados fue mayúscula. El delantero de Goizueta, que para entonces ya era considerado uno de los mejores pelotaris de la historia, se enfrentaba con 29 años bien cumplidos a un complejo proceso de recuperación cercano a los seis o siete meses.

Solo él sabrá lo que le tocó sufrir durante aquel período, con interminables viajes a Gasteiz para trabajar en su rehabilitación, y también es cierto que el navarro ya había superado lesiones difíciles anteriormente, pero de lo que no cabe duda es de que su vuelta a los frontones no ha podido ser más exitosa. Repasar sus números desde el día de su reaparición, el 13 de noviembre de 2010 también en el Labrit, supone rendirse ante un pelotari que ha demostrado una superioridad abrumadora.

En total han sido 125 partidos vestido de blanco a lo largo de estos dos últimos años, con 88 victorias y 37 derrotas, que dan un porcentaje de triunfos superior al 70%. Unas cifras grandiosas que permiten cualquier tipo de desglose, como el 81% de victorias que presenta en partidos de campeonato, un porcentaje que crece hasta el 86,6% si hablamos de los campeonatos individuales, el del Cuatro y Medio y el Manomanista.

Pero lo realmente importante es que esos números se han traducido en títulos. Olaizola II ha ganado tres txapelas -Parejas 2011, Cuatro y Medio 2011 y Manomanista 2012- desde que dejara atrás aquella grave lesión, un botín logrado en cuatro finales, ya que también se clasificó para la del Manomanista 2011, en la que cayó derrotado ante un Xala pletórico por 22-19.

En ese sentido, adquiere especial relevancia el título del Parejas que ganó Aimar junto a Aritz Begino el 17 de abril de 2011, apenas cinco meses después de reaparecer en los frontones y antes de que se cumpliera un año de su lesión. Fue el principio de una larguísima racha de éxitos que puede seguir aumentando el próximo 9 de diciembre en el Ogeta de Gasteiz.

Unos logros que, sumados a los cosechados antes de la lesión, configuran una trayectoria casi sin parangón en la pelota profesional. La del Ogeta será la decimoctava gran final de Aimar, que podría ganar su decimoprimera txapela. Eso sin contar competiciones como el Cuatro y Medio Navarro que ha ganado tres veces, el Manomanista de Segunda que se adjudicó en 1999, o el sinfín de trofeos que se ha llevado a casa en los diferentes torneos veraniegos.

Una carrera en la que, curiosamente, el Cuatro y Medio ocupa un lugar especial. Olaizola II ostenta el honor de ser el pelotari más laureado de la modalidad con sus cinco txapelas (2002, 2004, 2005, 2008 y 2011), tras superar el año pasado a otra leyenda como Julián Retegi, que cuenta con cuatro txapelas en el acotado. Además, se da la circunstancia de que el delantero goizuetarra ha ganado la txapela en las cinco finales de la jaula que ha disputado. En total, han sido nueve participaciones que se han saldado con 36 victorias y 8 derrotas, que dan un 81,81% de triunfos en la competición.

No es de extrañar que, con todos estos números en la mano, algunos aficionados hayan comenzado a plantearse si estamos ante el mejor pelotari de todos los tiempos, el más completo. Es un debate tan interesante como complejo, por la dificultad que entraña siempre comparar deportistas de diferentes épocas. Lo que no ofrece dudas es que Aimar tiene un lugar asegurado entre los mejores.

Mucho mejor de la espalda

Pero como del pasado no se puede vivir, Olaizola II comenzó ayer a preparar la final contra Oinatz Bengoetxea en el Ogeta. El de Goizueta, que tuvo a Jorge Rico como sparring, llevó a cabo un suave entrenamiento de una hora para comprobar su estado físico y reconoció encontrarse bastante mejor de los problemas de espalda que le llevaron a pedir el aplazamiento.

«Todavía siento alguna molestia al pegar de costado, pero me encuentro bastante mejor. Espero seguir mejorando y mi intención es hacer un entrenamiento más fuerte a comienzos de la próxima semana, el lunes o el martes. Por eso pienso que llegaré en perfectas condiciones a la final», declaró el delantero de Asegarce ante las cámaras de ETB una vez finalizada la sesión.

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