BERASALUZE VIII 22

MARTÍNEZ DE IRUJO 19

La LEP.M, que improvisó sobre la marcha un partido como el de ayer, debería plantearse que Pablo Berasaluze suba al podio, desde el tercer peldaño, el próximo domingo en el Ogeta gasteiztarra junto a Aimar Olaizola y Oinatz Bengoetxea. Y es que el delantero de Berriz, a sus 35 años, se trabajó ayer una medalla de bronce, poniendo el broche que merecía su mejor campeonato como profesional. El pelotari de Asegarce ha añadido una gran tenacidad defensiva y una hasta ahora desconocida volea de derecha, con la que puso rúbrica al partido de ayer, a su amplio catálogo rematador y superó a Juan Martínez de Irujo en un partido de los de verdad.

En los días previos, había alguna duda sobre el tipo de duelo que podía salir sin nada aparentemente importante en juego -Berasaluze evitará al campeón en el cuadro del año que viene-, pero la profesionalidad y la entrega que mostraron ambos pelotaris es otro argumento para solicitar algún tipo de reconocimiento para ellos.

Varias alternativas

Con una pelota muy exigente que Juan Martínez de Irujo descubrió en el cestaño, el inicio del partido fue una especie de continuación del disputado por ambos en ese mismo escenario en la liguilla de cuartos. Con el saque y sus posteriores remates como principal argumento, el delantero vizcaino tomó bonitas rentas de hasta cuatro tantos. Sin embargo, un tirón en el muslo tras un disputadísimo tanto de 23 pelotazos hizo temer lo peor. Berasaluze VIII entró en vestuarios y la cosa no tenía ninguna buena pinta.

Sin embargo, tras varios minutos y algún masaje, el de Berriz regresó a la cancha, tras unos instantes de desconcierto, el partido se reanudó y cómo lo agradecieron los espectadores. Irujo aprovechó las dudas de su rival para equilibrar el marcador y ambos deleitaron al siempre fiel público del Labrit con buenos tantos.

Irujo, a base de jugar largo, volvió a tener el partido en sus manos, pero tiró abajo una dejada que lo hubiera puesto 15-19 y Pablo se la volvió a hacer.