«Una pistola en cada mano» fue elegida para clausurar la última edición del Festival de Cine de Roma, donde recibió excelentes críticas. La trayectoria del cineasta catalán Cesc Gay va siendo internacionalmente conocida, gracias a que se distingue como uno de los mejores directores de repartos corales. En esta ocasión ha conseguido reunir el mejor posible, con Ricardo Darín, Luis Tosar, Leonardo Sbaraglia, Eduard Fernández, Candela Peña, Leonor Watling, Alberto San Juan, Javier Cámara, Eduardo Noriega, Clara Segura, Jordi Mollà y Cayetana Guillén Cuervo.

El título de «Una pistola en cada mano» suena deliberadamente a western, porque Cesc Gay y su habitual guionista Tomàs Aragay querían significar que se trata de una película sobre hombres. Tratan de reflejar la situación actual por la que atraviesa el género masculino, sumido en una crisis de identidad provocada por la emancipación de la mujer. A los hombres les toca ahora encontrar su sitio dentro de una sociedad más igualitaria, después de haber ocupado un injusto papel predominante.

Como se podrá comprobar en la ficha artística, hay ocho actores que interpretan a ocho hombres diferentes, que responden a una variada e identificativa tipología. Solos, o por parejas, protagonizan cinco relatos vividos y narrados a tiempo real. Todos ellos transmiten la sensación del tiempo presente.

Los actores protagonizan situaciones cómicas, vistas con incredulidad por las mujeres de su vida, antes las que llegan a comportarse de forma patética. Ricardo Darín recurre a los ansiolíticos al saber que su mujer tiene una aventura. Luis Tosar llama a su amante por el nombre de su perro. Leonardo Sbaraglia lo tiene todo pero necesita del psicoanalista. Eduard Fernández ha vuelto a casa de su madre. Alberto San Juan y Jordi Mollà participan en un intercambio de parejas. Javier Cámara quiere recuperar a su exmujer. Y, por último, Eduardo Noriega intenta seducir a su compañera.