En una entrevista concedida a la agencia de noticias Prensa Latina, Andrés Paris, miembro de la delegación de las FARC en los diálogos que desde el 19 de noviembre se vienen desarrollando en La Habana, consideró que «si el Gobierno está sentado en la mesa de negociaciones y si Cruz Roja ha sido la garante del traslado a La Habana de nuestros combatientes y mandos, quiere decir que los requisitos de los Protocolos de Ginebra para ser reconocidos como fuerza beligerante están dados».

Aseguró que «se cumplen los requisitos fijados por los tratados internacionales para admitir dicha condición, ya que las FARC poseen un mando único, el control de parte del territorio colombiano y una propuesta política y han participado en una guerra continua.

Remarcó que la negativa de los sucesivos gobiernos del país a reconocer el estatus de beligerancia al conflicto se debe a «un tecnicismo, a una interpretación calculada del Derecho Internacional para sus propios objetivos y fines».

«En el fondo lo que hay es una batalla política, la de no reconocer a las FARC ni el carácter político ni el beligerante, en una utilización vulgar del Derecho Internacional», añadió.

Advirtió que la continuidad de los combates sin el estatus de beligerancia genera una serie de «asimetrías que favorecen a los poderosos».

Subrayó que el reconocimiento del estatus de beligerancia «echaría por tierra el discurso mediático de que las FARC son una organización terrorista y narcotraficante», y la negativa a considerar prisioneros de guerra a los soldados y oficiales del Gobierno capturados en acciones combativas. A este respecto, señaló que la discusión sobre los «prisioneros de guerra» se retomará el 20 de enero cuando finaliza la tregua unilateral de dos meses decretada por la guerrilla. «Entonces continuarán los combates, y es previsible que caigan en nuestras manos oficiales y soldados, que nuevamente serán puestos como condición de una negociación que reconozca el carácter de prisioneros de guerra de los miembros de las Fuerzas Armadas y también de los combatientes de las FARC presos».

Aseguró que «seguirán luchando» por la liberación de los guerrilleros presos y que mantendrán el «trato con humanidad a los soldados capturados».

Con respecto a la participación política, uno de los puntos recogidos en la agenda pactada en la capital cubana el 26 de agosto, consideró que «no nos puede invitar nadie a participar de la vida política colombiana con el simple acto de una desmovilización y entrega de armas, para nosotros eso no es garantía perdurable; fijamos mayormente la atención en que en la etapa de acuerdos con el Gobierno se nos hable de esas reformas». «Sin esas garantías es utópico pensar que una fuerza guerrillera con 50 años de lucha va a expresarse y encontrar facilidades de manifestarse en el escenario público», agregó.

En este punto, Paris recordó la experiencia vivida con la Unión Patriótica, que fue aniquilada a manos de grupos paramilitares y escuadrones de la muerte.

«Las fuerzas que asesinaron y acabaron a la Unión Patriótica están vivas, antes eran miserables sicarios, y hoy muchos de ellos tienen expresión política, lo cual vimos durante los periodos de Gobierno de Álvaro Uribe (2002-2010)», denunció.

Sobre la reanudación hoy de las conversaciones con el Gobierno, destacó los avances en matera de participación ciudadana. «Coincidimos -con el Gobierno- en apreciar esos avances que se le han presentado al país como posibilidad para ir encontrando otros elementos que permitan ir solidificando los acuerdos», comentó.

Asimismo, incidió en la importancia del acompañamiento internacional, que «le da a las partes la posibilidad de llegar a un acuerdo. No es un diálogo aislado, es un diálogo con todas las simpatías. Nos corresponde a los que estamos en la mesa responder a esas expectativas que se han creado».