Asier Imaz, secretario de la Federación del Metal, Alberto Cristóbal, responsable de Intervención, y Jabi Amorrortu, respon- sable del sector Eraikuntza-Kimika, analizaron ayer dos conflictos importantes que están encima de la mesa de mano de dos multinacionales: Guardian Llodio y Bridgestone, donde están en juego 352 puestos de trabajo. «Ante un modelo de amenaza, solo cabe la respuesta contundente», dijeron

LAB señala que cada vez son más los conflictos laborales que evidencian la necesidad de un modelo económico y social propio en Euskal Herria. Porque, a juicio de Imaz, «la práctica de las reformas impuestas facilitando los despidos y destruyendo el derecho a la negociación colectiva, demuestra que se han generado las condiciones para que el capital pueda seguir acumulando, y para ello no duda en robar empleo, salario y derechos laborales; en definitiva, aprovechándose de la crisis para sentar las bases de un nuevo modelo de relaciones laborales sin derechos y mucho más precario».

Entre los muchos casos que se están produciendo, la Federación del Metal destacó que las dos empresas son tractoras de Laudio y Basauri «en términos económicos por su peso en la economía de la comarca, internacionalizadas, plenamente solventes, con beneficios astronómicos y que no dudan en repartir cantidades ingentes de dinero a sus accionistas».

A juicio de LAB, el bloqueo de los convenios se produce por la negativa de los comités a aceptar «mayores cuotas de flexibilidad o aumento de jornada».

Entonces, la respuesta de las multinacionales lleva el sello del chantaje, como explicaron, al imponer un expediente de extinción de empleo. «Las diferentes reformas han dado unilateralidad a la patronal en temas como el despido colectivo de trabajadores», pero para «conseguir mayores cuotas de flexibilidad o el aumento de jornada, sigue necesitando acuerdo con el comité. No la puede imponer, la ha de acordar», dijo Imaz. Detrás de este modelo de negociación, «basado en la amenaza, está el objetivo de las empresas de ganar más a menor coste».

Entretanto, ayer se sometió a referéndum la última propuesta de ERE en Bridgestone en las plantas de Basauri y Usansolo. En Basauri la participación fue de solo el 55,46%, ya que unicamente votaron 675 de los 1.217 trabajadores. En la planta de Usansolo la participación fue aún menor, con un 46,75%. Solo votaron 36 de los 77 empleados.