
Punto de no retorno hacia la independencia
Como resultado de la reforma pactada entre los principales poderes del Estado, aquellos que dieron soporte a la dictadura y quienes presentaban como aval su oposici�n a la misma, y con la amenaza siempre presente de una involuci�n militar, hace 34 a�os fue aprobada la Constituci�n espa�ola. El franquismo pol�tico y sociol�gico, agotado, aislado y necesitado de un lavado de cara, evit� una ruptura que hubiera supuesto una verdadera transici�n democr�tica y, adem�s de obtener el marchamo democr�tico de la noche a la ma�ana, cerr� un marco que no afectaba a ninguno de los principios que consideraba intocables. De esta forma, fue promulgada una Carta Magna que sacralizaba la econom�a de mercado, que otorgaba la Jefatura del Estado a un monarca apadrinado por Franco y que daba un portazo a las demandas de las naciones sin estado.
La Constituci�n espa�ola es una c�rcel de pueblos. Con ese objetivo fue dise�ada y su posterior desarrollo estatutario tuvo como funci�n principal difuminar las reivindicaciones nacionales de catalanes, gallegos y vascos. Por una parte, se pretend�a cegar cualquier v�a legal hacia la independencia y, por otra, amortiguar, hasta hacer desaparecer, el eco de los sectores m�s comprometidos de estas naciones. A ese juego se prestaron conscientemente quienes aceptaron reforma por ruptura y el consabido �caf� para todos�.
34 a�os despu�s, la angustia vital que destilaban ayer las intervenciones de Carlos Urquijo o de Mariano Rajoy, entre otros, son un s�ntoma de que el Estado ha fracasado y de que incluso los propios mandatarios espa�oles ven peligrar su proyecto, mientras que la escasa adhesi�n que este concita en la sociedad vasca -igual que en la catalana- es cada vez m�s evidente. En Euskal Herria la causa espa�ola ha perdido la batalla pol�tica, y en los �ltimos a�os su descr�dito no ha hecho m�s que acelerarse, hasta el punto de que existe un abismo entre la opini�n p�blica vasca y lo que representa el Estado. Hoy, la duda no pasa por saber si este pa�s ser� o no independiente, sino cu�nto tardar� en serlo. El punto de no retorno fue rebasado hace tiempo.