El Gobierno de Nafarroa es uno de los cinco ejecutivos autonómicos que han aceptado integrar sus delegaciones europeas en la Embajada española de Bruselas. El grupo de administraciones que han renunciado a contar con una sede propia en el corazón de la Unión Europea es muy corto: lo componen Asturias, La Rioja, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Nafarroa.

El Ejecutivo de Yolanda Barcina hizo pública en noviembre la decisión de cerrar la Delegación de la Comunidad foral en Bruselas, a la que se debe sumar el cierre de la sede de Nafarroa en Madrid. Fue cuando el ministro español de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, ofreció a las comunidades autónomas la posibilidad de cerrar sus oficinas exteriores e integrar a su personal en las embajadas españolas.

Según explicó el Gobierno navarro el 3 de noviembre, decidió trasladar la Delegación de Nafarroa en Bruselas a las dependencias de la Representación Permanente Española (REPER) para ahorrar 60.000 euros anuales. Al parecer, el alquiler de la oficina europea, ubicada en la Avenue Des Arts, suponía un desembolso anual de 72.100 euros.

Sin embargo, el traslado de la Delegación navarra a la sede española no acabará con el gasto, ya que está previsto que la administración foral contribuya con 14.000 euros al mantenimiento de la sede de la REPER. Una cuestión monetaria que deberá quedar recogida por escrito en un convenio interinstitucional.

Difusión cultural

Tal como relató la agencia Europa Press, las delegaciones en el extranjero son utilizadas por las comunidades autónomas como vehículo de cooperación política con el país en el que están ubicadas, así como medio de promoción y difusión de su cultura y su lengua.

La CAV mantiene sedes en Nueva York, México, Argentina, Chile y Colombia.