Alberto Catalán se deja querer para competir con Yolanda Barcina en UPN
Como anunció GARA el 22 de noviembre, un sector de UPN está moviéndose para intentar remover a Yolanda Barcina y corregir la estrategia del partido en el próximo Congreso. «Diario de Navarra» publicó ayer que Alberto Catalán ha sido sondeado para liderar esta opción.
R.S. |
El pasado 22 de noviembre GARA ya dio cuenta de la existencia de importantes movimientos internos en UPN para tratar de cambiar la dirección del partido en el próximo Congreso del partido, fijado ya para el día 14 de abril. El objetivo de un amplio sector aglutinado en torno a los llamados «corellanos» (Alberto Catalán y Miguel Sanz) es sustituir a Yolanda Barcina en la dirección de UPN y tratar de recuperar un acuerdo estable y duradero con el PSN, que pueda blindar la mayoría parlamentaria en esta legislatura y la siguiente. Ayer, ``Diario de Navarra'' confirmó estos movimientos y afirmó que Alberto Catalán ya ha sido tanteado para liderar esta alternativa.
La noticia lleva como título ``Afines a Alberto Catalán están impulsando su candidatura a la presidencia de UPN'', y afirma que el actual vicepresidente del partido y presidente del Parlamento navarro por ahora «se deja querer» mientras quienes le postulan le animan a que se posicione «cuanto antes».
La estructuración de una alternativa, y muy potente, a Barcina podría desembocar en un auténtico cisma en UPN. Ese temor es el que ha llevado a Miguel Sanz a retirarse expresamente de la pelea que se avecina. Ha dicho que no participará ni directa ni indirectamente. En cualquier caso, son públicas sus discrepancias con la estrategia de Barcina después de que esta recuperara la entente con el PP, lo que acabó rompiendo el Gobierno de coalición con el PSN, como Sanz había vaticinado.
Catalán representa al sector histórico de UPN y tiene mayor fuerza en las agrupaciones locales. Barcina ha construido un cierto equipo en estos cuatro años, pero centrado en torno al Gobierno y radicado en Iruñea.
La disputa no es solo personal, sino estratégica. Los proclives a Catalán desean recuperar la entente con el PSN para atarle en corto. Los de Barcina también lo buscan, pero su inclinación hacia el PP juega en contra.