El tiempo lo cura todo... o eso dicen. No han pasado demasiadas horas desde que un error garrafal de Teixeira Vitienes y su asistente privaran a Osasuna de dos puntos que mereció, así que el mal cuerpo todavía persiste. Pero los rojillos, al menos, han encontrado un buen remedio para aliviarlo. Las buenas sensaciones que transmitió el equipo, solventando cualquier duda que hubiera podido aparecer tras las dos derrotas frente al Valencia.

«Te sientes impotente -admitió Nino-. Pensábamos que íbamos a ganar el partido, pero de la nada salió un penalti que no es justo y se quedaron allí dos puntos que no solo eran muy importantes para nosotros, sino también merecidos por lo que había hecho el equipo. Es muy difícil explicártelo cuando te sucede algo así -añadió-. Lo cierto es que te vas de vuelta a casa con un empate en el minuto 93, preguntándote qué ha pasado, porque es algo que no ha visto nadie más que él. Realmente no sé qué le ocurrió, a él mismo se le ve que duda en todo momento. Pero al final es un empate en el descuento y dos puntos menos en un partido que era como para llevarse los tres».

En realidad, el atacante andaluz hacía extensiva su queja a la actuación general del colegiado -«una cesión que hacen clarísima y que no pitan, el penalti, el fuera de juego al final de la primera parte en una jugada que nos podía haber partido...», recordó-, pero tampoco quería ir más allá en su denuncia.

«Nosotros podemos pedir que nos respeten, que somos un equipo humilde y trabajador, pero nada más. A mí me gusta ser justo, hacer mi trabajo y que todo el mundo haga también su trabajo de forma positiva», aseguró, para añadir que «nos tenemos que centrar en nosotros, en trabajar, y dejar de lado el tema de los árbitros. Hay personas encargadas de ello, de los que pitan bien, de los que pitan mal... No sé las consecuencias que puede tener el partido, pero yo personalmente no voy a pedir nada, porque no creo que ayude meterse en eso».

Un último esfuerzo

En definitiva que, frente a la «impotencia» que «sientes en esas ocasiones», Osasuna debe «olvidar lo que pasó, porque el 1-1 ya no se puede mover» y, sobre todo, «centrarse en seguir trabajando» y quedarse con las «buenas sensaciones que dejamos. Fueron muy positivas -subrayó-, de intentar jugar, de llevar el manejo del juego, de presionar sin balón, de tener ocasiones... Nos tenemos que quedar con eso». Más aún tras ese empate postrero que no permite a los navarros aumentar en exceso su colchón, lo que convierte en choque contra el Granada en una cita «muy importante. Sobre todo porque es justo antes de vacaciones y los tres puntos pueden significar mucho. No me gusta llamarlo final, pero es un partido muy importante».

Un choque en el que Nino bien podría repetir en el once, tras su buena actuación en Getafe. El delantero se reconocía satisfecho «porque después de mes y medio apartado, de una lesión que no es nada fácil y todavía estoy con algunas molestias, la verdad es que las sensaciones fueron positivas. Me sentí a gusto, con ritmo... También el equipo me ayudó. Creo que las sensaciones en general fueron muy positivas», insistió el futbolista, aunque reconoció que también le faltó precisión de cara a puerta. «La verdad que tuve dos ocasiones buenas y fue una pena que no entrara alguna de ellas. Era importante tenerlas, trabajarlas... Y el gol también llegará pronto», confió.

El sábado tendrá su última oportunidad del año para conseguirlo, en un choque que los rojillos empezarán a preparar el martes, tras haber trabajado ayer y disfrutar hoy de jornada de descanso. Emiliano Armenteros tendrá que seguirlo desde la grada tras la roja de Getafe.