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Raimundo Fitero

Los Romero

 

Se nos van dos Romero, de nuestra vida televisiva. Constantino Romero anuncia su retirada, su jubilación, para decirlo de alguna manera como aquí se señalaba ayer. Es una voz que seguirá apareciendo en las televisiones porque ha estado doblando durante años a grandes actores americanos. Además de numerosos anuncios, de ser director de doblaje, de tener programas de radio y de televisión públicas durante varias épocas y señales, pero que quedará siempre en la memoria de varias generaciones de televidentes como el gran ayudante en la venta de esas enciclopedias que ocupan algunos muebles en los comedores familiares, con un concurso de esos que tratan a los participantes con respeto, que transmiten a las audiencias necesidades de conocimiento, que forman parte de la televisión con más sentido de servicio, sin bajarse de su capacidad amplia de un entretenimiento no alienante.

Pero en TVE se anuncia otra retirada, en esta ocasión con su posible dosis de censura velada, en estos tiempos de la vuelta a la caza de brujas del PP en la televisión pública estatal, y de repente apartan de primera línea a Vicente Romero, una de esas figuras eternas, una actitud ética ante el reporterismo, ese hombre que mantuvo siempre con dignidad extrema los documentos de actualidad, que nos ha dejado algunos de los pasajes televisivos más profundos, más cercanos a las realidades más extremas, que nos ha abierto lo ojos para denunciarnos todas las injusticias existentes por el mundo Una voz crítica, comprometida, que se hace callar porque puede molestar aunque sea de refilón a la actual directiva reaccionaria que cada día se crece como manipuladores, haciendo el ridículo de manera extraordinaria.

La última en este sentido es que el consejero de Sanidad de la Generalitat valenciana, contestó a las declaraciones de la portavoz PSOE contra los recortes sanitarios antes de producirse la rueda de prensa de la socialista. Ellos tienen su discurso, sus consignas y sus medios de comunicación públicos para uso privado. Y lo bueno es que se emitió en directo en 24 Horas, con momentos de una complicidad con los periodistas que no dicen mucho en favor del gremio.

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