Un total de 416 personas han suscrito la Declaración de Altsasu, en la que manifiestan su compromiso por el futuro de los pueblos en los que viven frente a proyectos como la línea de alta tensión entre Itsaso y Deikaztelu, «impulsada por una empresa privada que bajo el manto de un interés general nunca demostrado condena al ostracismo a las zonas afectadas». Junto a ello, denuncian que las localidades afectadas por el proyecto sufren precarios servicios sociales y agravios comparativos.

«Parece que solo se acuerdan de estas zonas como mero soporte físico para la implantación de infraestructuras que conllevan un impacto inasumible sobre el medio natural, la salud o el tejido productivo», destacan los firmantes, entre los que se encuentran trabajadores del ámbito sanitario y cultural, electos, presidentes de sociedades, cazadores, educadores y deportistas.

El documento destaca que el proyecto de autopista eléctrica presentado por Red Eléctrica Española apuesta por un modelo energético que ha demostrado su insostenibilidad ambiental y energética, además de ser incompatible con el desarrollo de las zonas afectadas por la línea de alta tensión.

Junto a ello, recordaron que más de 200 ayuntamientos y concejos se han posicionado en contra de este proyecto, lo que muestra el amplio rechazo social que existe en estas localidades, por lo que pidieron la retirada definitiva de este proyecto y de cualquier otro similar.

Alberto Frías, portavoz de la plataforma No Línea de Alta Tensión, alertó que de existen movimientos para comenzar próximamente los trabajos, por lo que anunció que convocarán movilizaciones en breve contra este proyecto.