EH Bildu alerta de que con el modelo Urkullu se puede acabar «como Grecia»
La jornada después de que Iñigo Urkullu jurase su cargo en Gernika, el parlamentario de EH Bildu Julen Arzuaga alertó de que el modelo «continuista» del lehendakari, que evita la confrontación con el Gobierno español, «nos puede llevar a una situación como la que están sufriendo países como Grecia». Mientras el propio inquilino de Ajuria Enea aseguraba ayer que se verá «pronto» con Rajoy, Arzuaga le emplazó «a llegar a acuerdos» con la coalición soberanista.
GARA | BILBO
A EH Bildu le preocupa que las líneas maestras del Gobierno Urkullu sean las mismas que el PNV viene aplicando en los últimos años. La coalición es consciente de que el modelo que defienden está enfrentado al jeltzale, tal y como quedó de manifiesto en el debate de investidura, que se inclina por el continuismo mientras ellos abogan por la renovación «con perspectiva social».
El parlamentario Julen Arzuaga lo verbalizó ayer en rueda de prensa en Bilbo, al tiempo que incidió en que ese «modelo continuista» es el que ha causado la actual situación de crisis. Es más, acusó al partido de Iñigo Urkullu de «no plantar cara» y hacer «seguidismo» de las políticas que implementa el Ejecutivo del PP. Pese a la «indefinición» del discurso jeltzale, del que dijo que les «ha costado saber» lo que pretende hacer el PNV en Lakua, advirtió de que todo les hace sospechar por «profundizar en los recortes y en las recetas de derechas».
Ese modelo, alertó el parlamentario soberanista, «nos puede llevar a una situación como la que están sufriendo países como Grecia». «Si los recortes se plantean en servicios públicos y en protección social básica nos tendrán enfrente», anunció, proponiendo reducir en privilegios, en grandes infraestructuras y en gastos de «seguridad o represión que están fuera de lugar» en el actual escenario político que vive el país.
Respecto a la resolución del conflicto, el representante de EH Bildu indicó que no se ve «una hoja concreta», salvo el deseo de que esta sea la legislatura de la paz y la democracia «plena». A su juicio, «sirve bien de eslogan», pero no sabe los «pasos» que va a conllevar.
En su opinión, hacen «oídos sordos y ojos ciegos» a «vulneraciones» y a «recortes» en derechos humanos y en libertades ciudadanas que «hoy en día todavía se mantienen». Por todo ello, consideró que las políticas del PNV son «indeterminadas», se «esconden a la ciudadanía», pretendiendo «encerrar su debate y control en los muros del Parlamento», sin que haya una «cadena de transmisión directa con la calle».
«Discurso plano»
«Eso es lo que pudimos apreciar en el discurso plano de Urkullu y en el más beligerante de Egibar, que pretendió alzar una cortina de humo para evitar entrar en profundidad en un discurso que no tiene esa profundidad», agregó. Arzuaga afirmó que su formación sí realiza propuestas concretas para sacar a la ciudadanía de ese «agujero negro económico y social».
En relación a la resolución del conflicto, señaló que en la investidura concretaron «compromisos», dando «protagonismo» a la ciudadanía. Respecto al derecho a decidir, señaló que para la coalición más que un «mero eslogan» es «un recorrido» que se debe construir sobre la «práctica diaria con objetivos claros».
Arzuaga subrayó la disposición de EH Bildu a llegar a acuerdos con el resto de formaciones siempre con el objetivo de dar respuesta a las «necesidades urgentes» de los ciudadanos. En ese sentido, hizo un llamamiento al Ejecutivo de Lakua para que se «pongan en marcha cuanto antes» e indicó que las prioridades deben ser hacer «frente a las imposiciones que vía Madrid y Europa llegan de la banca y del sistema financiero».
En su opinión, estas «imposiciones» ponen de manifiesto el «limitado margen de actuación y de soberanía» que ofrece el marco actual. Tras referirse a la reforma de la educación de Wert o a las decisiones sobre las pensiones o la paga extra, denunció que la soberanía está «muy limitada» y hay que «alzar ese techo». Asimismo, señaló que hay que trabajar con los agentes sociales y sindicales para consensuar una «estrategia común» para hacer frente «a esas imposiciones».
Pello Urizar también pidió ayer que Urkullu aclare «cuáles son las líneas con las que va a trabajar», ante la sospecha de que la elección de Josu Erkoreka como portavoz prioriza las alianzas con PSE y PP.
Los ocho consejeros del Ejecutivo Urkullu tomarán hoy posesión de sus cargos en Ajuria Enea. Posteriormente, está previsto que se celebre una primera reunión, de carácter informal, del nuevo Gobierno.
El portavoz del PSE, José Antonio Pastor, cree que Iñigo Urkullu «empieza mal» la legislatura y, tras indicar que se está ante una situación «un tanto desquiciada», le advirtió ayer de que la coyuntura no está «para salir de saque con un Gobierno en situación de mucha debilidad».
En declaraciones a Europa Press afirmó que es «muy peligroso» en la actual coyuntura de crisis económica y de situación del país «arriesgarse a presentarse en el Parlamento sin ningún acuerdo, sin ningún apoyo, sin ningún compromiso, sin ninguna propuesta concreta». «Es un mal comienzo», señaló.
A su juicio, han pesado «más los intereses de partido» a la hora de tomar la decisión de gobernar en solitario, aunque «luego quieran poner la excusa de que el país no podía esperar más tiempo y que había que hacerlo cuanto antes».
Pastor indicó que la situación no está para «salir de saque con un Gobierno en situación de mucha debilidad en el Parlamento» y con un lehendakari «con el menor apoyo parlamentario de la historia».
«La situación no está precisamente para ese tipo de aventuras, no estamos diciendo, ni mucho menos, que tendríamos que haber llegado un acuerdo nosotros con ellos, tendría que haber intentando un acuerdo con algún grupo político, con quien habría estimado conveniente, que le hubiera dado una mayoría más solvente», manifestó.
