SEGUNDA B | 17ª jornada
El Eibar no economiza esfuerzo ni ambición
Tras el alegrón copero, los azulgranas se reencuentran con el triunfo en Liga ante otro candidato al ascenso y se sitúan a un solo punto del Alavés.
EIBAR 2
LLEIDA 0
Amaia U. LASAGABASTER
Semana redonda para el Eibar, que en apenas cuatro días se ha dado dos alegrones. Poco hay que añadir a lo sucedido el miércoles en San Mamés, pero la victoria frente al Lleida, aun sin etiqueta histórica, no es menos importante. No solo porque la Liga es el verdadero campo de batalla de los azulgranas, sino porque, amén de confirmar que tienen gasolina para dedicar esfuerzo y ambición a dos competiciones, les reencontró con el triunfo liguero tras el tropiezo de Urritxe y les sitúa a un solo punto del Alavés.
No fueron pocos los hándicaps a los que tuvieron que hacer frente. A la acumulación de esfuerzos se le unió, por tercera jornada consecutiva, un terreno pesado y poco apto para el fútbol que gusta a los eibarreses. También, como rival, un candidato al ascenso obligado a acabar con su mala racha para no dejar de serlo. No fue suficiente para derrocar al Eibar que -sin apenas cambios respecto al choque de San Mamés- prolongó su espectacular racha en Ipurua, con nueve victorias en otros tantos encuentros.
La tarde de Mainz
El de ayer comenzó con susto, un centro-chut de Eizagirre que se fue lamiendo el palo. Pero no tardaron los armeros en poner en su sitio al Lleida, con Mainz en plan estelar. Primero protagonizó una gran acción por banda zurda, que acabó con remate de Roldán y despeje de Pau Torres; después remató un centro del propio Roldán que se fue a córner; y, finalmente, aprovechó un rechace de Pau Torres a remate de Arroyo para marcar.
Intentó reaccionar el Lleida, pero su anfitrión sufría más por lo apretado del marcador que por el peligro, escaso, que crearon los catalanes. Todo pudo acabar en el 71, con una contra perfecta de Arroyo y Mainz que culminó Arruabarrena. Pero el árbitro anuló la acción por fuera de juego, como haría seis minutos después con el cabezazo de Biel Medina.
Hubo así que esperar hasta el último suspiro para cerrar el choque. Entre dos nuevos intentos de Mainz, fue Abaroa el que robó un balón, se plantó en el área y firmó el definitivo 2-0.
Con los deberes hechos, toca volver a ilusionarse con la Copa.
