Nuclenor detiene Garoña y sitúa la pelota en el tejado del Gobierno español
La central nuclear de Garoña tenía previsto parar la pasada noche. La empresa propietaria, Nuclenor, asegura que no volverá a arrancar si el Gobierno español mantiene su proyecto de nuevo impuesto energético.GARA | GASTEIZ
Si Nuclenor cumplió con lo anunciado, la central nuclear de Garoña está apagada desde esta pasada noche. Al cierre de esta edición no había confirmación oficial por parte de la empresa, que fijó las 23.00 de ayer como la hora H. El tiempo dirá si este cese es definitivo o si la planta vuelve a ponerse en marcha, en principio hasta el próximo 6 de julio, fecha fijada para el fin de su vida útil.
La propietarias -Iberdrola y Endesa- sustentan esta decisión en el impacto que tendría en la empresa continuar su actividad con la entrada en vigor del Proyecto de Ley de Medidas Fiscales para la Sostenibilidad Energética y, en particular, en lo que se refiere a los nuevos impuestos sobre la producción eléctrica y el combustible nuclear gastado.
Para Nuclenor, en caso de aprobarse el citado proyecto de ley con su redacción actual, Garoña debería hacer frente en 2013 a impuestos adicionales cuantificados en 153 millones de euros, lo que «incrementaría» las «actuales pérdidas» hasta el punto de llevar a Nuclenor a entrar en causa de «disolución y en situación concursal».
La empresa ha aclarado que el cese definitivo de la explotación podría revertirse si no se acabase promulgando la Ley o si, una vez promulgada, las condiciones impuestas variasen sustancialmente respecto del Proyecto de Ley actualmente en trámite.
El Congreso español debatirá este próximo jueves las enmiendas del Senado sobre ese proyecto de ley de medidas fiscales para la sostenibilidad energética. Por ello, no falta quien considera que este parón es parte de un órdago al Gobierno español. Ecologistas en Acción apuntó que Nuclenor «sacrifica» Garoña con un cierre que es la «escenificación máxima del pulso que la industria nuclear está echando al Gobierno del PP para intentar que no se apliquen los nuevos impuestos al combustible gastado».
Esta asociación considera que la empresa no pidió la prórroga más allá de 2013 porque estaría obligada a invertir unos 150 millones en medidas de seguridad. «Una posible avería seria de la central daría lugar a una larga parada que impediría a Nuclenor amortizar estas inversiones, si es que no provoca un accidente con fuga radiactiva. Ante esta inseguridad técnica, el sector nuclear español no ha dudado en sacrificar Garoña para presionar al Gobierno», analiza Ecologistas en Acción.