Ahora que la NASA ha desmentido que el mundo se vaya a terminar mañana y todas podemos respirar mucho más tranquilas, son otras las preocupaciones que asolan a los columnistas y editorialistas de Pancorbo hacia abajo, y al oeste de Fraga. Por ejemplo, la consulta que CiU y ERC han pactado celebrar en 2014. Habrá que ver qué ocurre ese año, porque servidora no las tiene todas consigo, pero de momento la derechona mediática llama a rebato. Así, en «El Mundo» titulaban en Primera «Mas se rinde ante ERC: referéndum ilegal en 2014». Está visto que lo que es legal o ilegal en el Estado que tan amorosamente nos acoge lo decide Pedro J. En el editorial, opinaba que «la decisión de Artur Mas de fijar la consulta para la independencia de Cataluña en 2014 pese al rechazo que su propuesta recibió el 25-N es un desafío sin precedentes». Se ve que siguen sin leer bien los números de las elecciones catalanas. Si realmente las electoras (y electores, por supuesto) del Principat hubieran rechazado las propuestas soberanistas, algunas no tendrían que escribir tales melonadas.

En «La Razón», siempre tan tremendistas, abrían el periódico con este titular: «Alianza para romper España» que suena a Eje del Mal.., Y el editorial, de esta guisa: «Mala noticia para Cataluña». Porque, como todo el mundo sabe, lo que es bueno para Catalunya lo saben en «La Razón»... Para el editorialista, «el acuerdo alcanzado ayer entre CiU y ERC, por el que los republicanos de la izquierda separatista catalana garantizan la estabilidad del próximo Gobierno de Artur Mas, es una mala noticia para toda España, pero de forma especial para Cataluña, abocada, pese a lo que proclaman los firmantes del pacto, a vivir en la agitación permanente y en la estrategia de la tensión y la inestabilidad». No como en Madrid, que todo es paz y sosiego. Pero lo mejor es el final. Miren cómo acaba el editorial: «Al menos, Cataluña cuenta con una ciudadanía formada, sensata, y conciliadora que conseguirá superar la difícil situación y poner a cada dirigente político en el sitio que le corresponde». Pues esperemos que así sea y que pongan a cada una y cada uno en su sitio. Y de paso, a ver si se cumple la profecía de la portada. Qué ganas, la verdad...