Asier Blas Profesor de Ciencias Política en la UPV-EHU
¿Dónde están la transparencia, la asunción de responsabilidades y la rendición de cuentas?
El aspecto más preocupante es la falta de asunción de responsabilidades por parte de TIE por casos como los del Ayuntamiento de SabadellEl 27 de noviembre de 2012 me sorprendieron dos noticias: la ONG Transparencia Internacional España (TIE) presenta unos datos que dicen que, junto al Gobierno de La Rioja, el Gobierno Vasco es la administración autonómica más transparente; ambas CCAA obtenían 97,5 puntos de transparencia sobre un máximo de 100. A mí, por tiempos, la noticia me daba ganas de ir al baño. La cuestión es que pocos días antes acababa de tener una experiencia con la administración autonómica vasca en la que ha reinado la opacidad y falta de transparencia en comparación con la práctica habitual de las diferentes administraciones del Estado español, es decir, la administración autonómica vasca es la campeona de las opacas como mínimo en un aspecto (de esto ya hablaré en otra ocasión porque me va a dar juego el asunto).
La cuestión es que mientras el Gobierno Vasco ponía a enfriar el champagne apareció otra noticia que debería haber invalidado o, al menos, cuestionado el «galardón» en forma de mención que había recibido el ejecutivo de Vitoria-Gasteiz. Resulta que el mismo día se puso en marcha una operación policial contra la corrupción en el Ayuntamiento de Sabadell. Nada nuevo en el horizonte, no hay ciudadano catalán que no sepa que en algunas instituciones catalanas están arrastrando un problema muy serio de corrupción. Lo de la seriedad también tiene que ver mucho con el tamaño, porque miren a su alrededor, pongan un poco de atención y verán que la administración pública y la empresa privada están plagadas de pequeñas corruptelas o pseudocorruptelas que son muy difíciles de probar. Pero, volviendo al tema, en el año 2010 la ONG TIE había calificado y premiado al Ayuntamiento de Sabadell, junto a otros cinco, como los más transparentes (100 puntos de 100 puntos posibles). Sin embargo, para muchos medios de comunicación parece ser que este detalle poco importaba para juzgar la veracidad del que califica al Gobierno Vasco como muy transparente.
Lo preocupante de este caso es la ausencia de reflexiones sobre cómo valorar una noticia de este tipo antes de lanzarse a promocionarla a bombo y platillo sin ningún espíritu crítico y con un tinte publicitario, aunque no sea intencionado. La simple presentación de la noticia, por muy objetivamente que se haga, puede ser propaganda pura y dura. Por ejemplo, si mañana elaboramos un índice de transparencia, organizamos una rueda de prensa, lo presentamos y decimos que el Gobierno Vasco es la institución autonómica menos transparente, no creo que la noticia fuera recogida por los medios de comunicación. Pero claro, quizás ustedes pensarán que nosotros no somos Transparencia Internacional España, y sí, tienen razón, por ello deberíamos de tener más credibilidad que quien entrega un premio de transparencia a un Ayuntamiento como el de Sabadell. Es más, tendríamos la oportunidad de meter la pata y créanme que mucho tendríamos que meterla para llegar al nivel de TIE.
El problema es que muchos medios de comunicación antes de elaborar y publicar sus informaciones no se hacen preguntas tan simples y necesarias como las siguientes: ¿quiénes son los que hacen el índice? ¿Quiénes están detrás y quién los ha elegido? ¿Dónde consiguen el dinero? ¿Cómo hacen el índice?... y así hasta llegar a las preguntas claves: ¿hacen bien su trabajo y son eficaces? ¿Cuál es el grado de fiabilidad del índice?
En el caso que nos ocupa, no hay más que mirar su página web, ver quiénes son y la información que hay en ella. Generalidades, sobre todo, para explicar lo que es Transparencia Internacional a nivel internacional y poca cosa más. Diría que es poco transparente la información que dan, especialmente en el caso español. No se dice nada sobre cuándo y cómo fueron elegidos sus miembros, sobre quiénes financian la ONG, etc. En casa de herrero cuchillo de palo. No obstante, que cada uno/a juzgue visitando su página web y sus informes, más bien informaciones poco desgranadas y extremadamente incómodas de consultar. La estrategia podría no ser inocente, ¿tanto cuesta colgar un documento PDF donde se recoja todo, en lugar de tener que ir clickando enlaces para entrar en una tabla, en otra tabla, en una pequeña explicación, etcétera?
Sin embargo, el aspecto más preocupante es la falta de asunción de responsabilidades por parte de TIE tras casos como los del Ayuntamiento de Sabadell, del que al parecer no ha ofrecido explicación alguna. Tampoco tengo la impresión de que la mayoría de los medios de comunicación hayan tratado de averiguar qué dice TIE al respecto y, por supuesto, tampoco me ha parecido que haya sido lo habitual relativizar el índice de transparencia autonómico de esta ONG a la vista de los antecedentes. Nada nuevo en el horizonte, es demasiado habitual que se les reconozca legitimidad a organismos privados que han demostrado hacer mal su trabajo.
El ejemplo más conocido es el de las agencias de calificación crediticia o agencias de rating, recordemos que Bernard Madoff, posiblemente uno de los mayores estafadores de la historia, estaba calificado por Standard & Poors con una triple A. En aquella ocasión, la crisis de las subprime (hipotecas basura) fue completamente obviada por las agencias de calificación, de igual manera que lo hicieron con empresas quebradas como Parmalat o Enron. Pueden ustedes sacar sus conclusiones.