El Estado francés acoge una reunión negociadora con presencia talibán
El Estado francés acoge desde ayer un encuentro informal a puerta cerrada en el que participan las partes enfrentadas en Afganistán, incluidos los talibanes, para discutir sobre el futuro del país, amenazado con hundirse en una guerra civil tras la retirada de las tropas de la OTAN en 2014. Kabul plantea una ambiciosa «hoja de ruta» para incorporar a la insurgencia talibán al poder para garantizar la estabilidad.
GARA | PARÍS
El Gobierno francés anunció el domingo que representantes del Ejecutivo afgano, de la insurgencia talibán y de sus facciones aliadas tenían previsto reunirse ayer y hoy en un lugar no revelado cercano a París para debatir sobre el futuro de Afganistán y garantizar su estabilidad tras la retirada, de las tropas extranjeras lideradas por EEUU. En el encuentro, según el portavoz talibán, Zabiullah Muhajid, no se hablará sobre paz ni sobre reconciliación.
Además del Gobierno de Kabul y los talibanes, en la cita -la tercera de este tipo después de la de noviembre de 2011 y la de junio de 2012, aunque ambas menos inclusivas- se esperaba la participación de representantes del Alto Consejo de Paz de Afganistán, de los partidos políticos opuestos a los talibanes y también del grupo islamista Hezb-e-Islami.
Para facilitar esta reunión, el Consejo de Seguridad de la ONU flexibilizó el lunes el régimen de sanciones a los talibanes para permitir que las personas afectadas puedan viajar al extranjero. Mantuvo las medidas punitivas impuestas a las cuatro empresas y a 132 personas que considera vinculadas a la insurgencia talibán, pero instó al Gobierno de Karzai a «entregar los nombres de aquellas personas que tengan confirmado un viaje a determinadas localizaciones para participar en la reuniones de apoyo a la paz y reconciliación nacional».
Las autoridades afganas pretenden incorporar a los talibanes al poder para evitar la guerra civil en el país tras la conclusión de la misión de combate, prevista para finales de 2014, y para ello apuestan por una ambiciosa «Hoja de Ruta para la Paz en 2015».
Después de una década, las fuerzas de la OTAN no han logrado sofocar a la insurgencia talibán y numerosos analistas estiman que Afganistán podría sumirse de nuevo en la guerra civil y los talibanes ganar terreno cuando los soldados de la OTAN se hayan ido. De ahí que EEUU y sus aliados traten de hacer avanzar las negociaciones.
El principal objetivo de la «hoja de ruta», según AFP, es garantizar la «colaboración» de Pakistán en el proceso de paz. Kabul acusa a los paquistaníes de alojar en su territorio a talibanes afganos.
Pakistán, considerado actor clave por sus vínculos con facciones talibanes, quiere jugar un papel importante y ya liberó a prisioneros talibanes para impulsar el proceso de reconciliación.
A esta primera etapa le seguirán negociaciones directas auspiciadas por Washington e Islamabad, entre el Gobierno de Kabul y los talibanes durante la primera mitad de 2013 en Arabia Saudí.
Por eso, insta a EEUU y a la ONU a que flexibilicen sus sanciones para facilitar su participación, algo que el Consejo de Seguridad hizo el lunes. Pero los talibanes insisten en que no negociarán con Karzai y quieren dialogar con potencias extranjeras como EEUU.
La tercera etapa propone un acuerdo sobre un alto el fuego, así como la transformación de los talibanes y de otros grupos armados en partidos políticos, de cara a las presidenciales de 2014 y las legislativas de 2015.
Los talibanes podrían incluso integrar «la estructura de poder del Estado, en puestos no electos» sobre todo como gobernadores provinciales en feudos del sur y del este del país, prevé el texto.
La última etapa del plan apunta a poner fin al conflicto durante la primera mitad de 2014 para garantizar «la estabilidad y la seguridad a largo plazo» del país.
Retirada británica
El primer ministro británico anunció que Gran Bretaña reducirá el año próximo de 9.000 a 5.200 soldados su contingente en Afganistán, una disminución de 3.800 efectivos que forma parte del plan del Gobierno de Londres de rebajar gradualmente la presencia británica hasta completar la retirada total, a finales de 2014.
Indicó que Londres seguirá prestando apoyo económico y humanitario a Kabul.
La Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), que reúne países del antigua URSS aliados de Rusia, anunció ayer que reforzará la seguridad de sus estados miembros de cara a la retirada de Afganistán de las fuerzas de la coalición que lidera EEUU.
«Frente a las amenazas crecientes, especialmente en relación a la retirada de Afganistán en 2014 del principal contingente de tropas internacionales (...) es necesario tomar las medidas adecuadas» para asegurar «la seguridad de los países miembros de la OTSC», declaró la organización en un comunicado tras un encuentro celebrado en el Kremlin.
El presidente ruso, Vladimir Putin, señaló que la situación en Afganistán «requiere una atención especial, sobre todo en vistas a la redución de la presencia militar internacional en el país». Y exhortó a «tomar medidas prácticas de cara a minimizar los eventuales riesgos» para los miembros de la OTSC tras la retirada estadounidense.
En la cumbre celebrada en Moscú, los integrantes de la OTSC acordaron la creación de unas fuerzas de seguridad colectivas, que incluirán, en particular, a la fuerza de reacción rápida y a «los contingentes de mantenimiento de la paz», especificó el secretario general de la organización, Nikolai Bordiouja. Estas fuerzas estarán también dotadas de medios aéreos y fuerzas especiales.
La OTSC integra a Rusia, Bielorrusia, Armenia, Kazajistán, Kirguistán y Tayikistán, repúblicas que en formaron parte de la Unión Soviética. Uzbekistán, otra exrepública soviética de Asia Central, fronteriza con Afganistán, suspendió en junio su participación en OTSC. GARA
Cuatro policías afganos murieron y otros tres resultaron heridos el martes por la noche cuando un compañero les disparó después de envenenarlos en un puesto de control fronterizo de Spin Boldak en la provincial meridional afgana de Kandahar