Raimundo Fitero
Muchas voces
Uno de los programas franquicia que se emiten en cadenas por todas las partes del mundo es «La Voz», que en manos de Tele 5, consiguió el pasado miércoles en la gala final de su primera entrega, la mejor audiencia de la década en programas no deportivos. Un fenómeno a tener muy en cuenta. Porque se trata de una estructura de concurso exacta en todos los lugares de la tierra, con unos decorados muy parecidos, con resultados de la mima magnitud, en la que se juega con algo conocido: las voces de concursantes que en ocasiones ya llevan a sus espaldas una carrera musical, pero no han dado el salto a la fama, o al conocimiento general.
Las variaciones con respecto a otros programa de gran éxito conocidos, OT, por ejemplo, que conmocionaron la parrilla, que introdujeron un nuevo concepto en la industria discográfica en el apartado pop, y que hasta condicionaron la elección de la representación española en Eurovisión, es que aquí se incorporaba la figura del coach que se convertían en los guías, en los padrinos musicales, en los que luchaban para que sus pupilos alcanzaran mejores prestaciones, lograran ir pasando etapas y llegaran a la final. Y la final la ha ganado un pupilo de David Bisbal, Rafa Blas, un cantante albaceteño de heavy, un género proscrito y resucitado en este concurso lo que ha resultado toda una sorpresa, como si los votos de la audiencia se hubieran vuelto locos y se hubieran dedicado los participantes en hacer caer todas las previsiones.
Los datos son significativos, porque en el momento de mayor atención, cuando era la una y media de la madrugada, el cincuenta por ciento de la audiencia que veía la tele estaba pendiente del veredicto final. Una barbaridad, y se mantuvo toda la noche con una media de más de cinco millones de espectadores que para un programa de entretenimiento es mucho. Por lo tanto, en términos de mercado, se trata de un éxito, que además de todos los supuestos descubrimientos, ha convertido a Melendi, en una celebridad mediática que muestra su familia en las revistas del corazón. Cosas de la tele. De todas las teles porque estos resultados de audiencias se han logrado allá donde se han escuchado estas voces. Repetirán pronto.