«Esta Liga es aburrida», proclamó el argentino Diego Simeone, entrenador del Atlético de Madrid, el domingo pasado tras el 4-1 en el Camp Nou. Pero hay un futbolista para quien no existe la palabra aburrimiento, ni desidia. Al hombre de los récords, Lionel Messi, no se le acaban los retos. Cumple uno, como el de marcar el mayor número de goles en un año, y ya le salen otros.

El jugador argentino, en plena voracidaz goleadora, suma ya 14 dobletes en la temporada y 25 dianas en la Liga. En los últimos encuentros se ha especializado en meterlos a pares y ya suma nada menos que seis partidos consecutivos haciéndolo de dos en dos. Lo que quizá desconozca el `10' culé es que, si consigue mantener esa efectidad rematadora también en Zorrilla, este sábado logrará igualar el récord que ostenta un grande como Telmo Zarraonaindia.

Zarra llegó a marcar en 7 jornadas consecutivas durante la temporada 1946-47 -en la que quedó subcampeón-, entre las jornadas 11 y 17, a razón de 2, 2, 3, 2, 5 -un 6-0 al Castellón-, 2 y 4 -un 6-2 al Sporting- dianas. El astro argentino, en plena efectividad anotadora, se situará a la par del récord de Zarra si ante el Valladolid logra sumar al menos dos goles más a su cuenta.

Amore, Itu y De Marcos se caen

Pero lo que preocupa en el club de San Mamés no son los récords, sino los puntos. «Igual nos falta el hacer un partido redondo, pero la victoria y los puntos son fundamentales», asumió ayer Ibai, tras un entrenamiento en el que parece que Amorebieta, Iturraspe y De Marcos pueden caerse de la lista ante el Zaragoza -además del sancionado Susaeta-, después de que ayer no salieran a entrenar.

Así las cosas, todo indica que el joven Laporte volverá a repetir en la zaga. El técnico situó sobre el césped en el partidillo ante el filial el siguiente once, donde destacó la presencia también de Gaizka Toquero: Iraizoz, Iraola, Ekiza, Laporte, Aurtenetxe, San José, Ibai Gómez, Herrera, Toquero, Muniain y Aduriz.

Por último, un mensaje final de Ibai en el día de ayer: «Estamos cansados del tema Llorente. El jugador está centrado en jugar y trabajar. Es hora de dejar de hablar de esto».