Una vez descartada la opción de la carta a Olentzero para volver a reclamarle ese regalo que, sistemáticamente, se niega a traer y teniendo en cuenta que, si se cumple la profecía, esta será la última columna que escriba, he compuesto una Banda Sonora Original para acompañar estas últimas horas de nuestra era.

Y como se supone que estamos deseando -y necesitando- aprovechar a tope estos últimos momentos, les propongo ir de copas con «It's the end of the world» (REM), «When the angels sing» (Social Distortion), «Sympathy for the devil» (Rolling Stones), «Born to be wild» (Steppenwolf), «Sabotage» (Beastie Boys), «Pints of Guinness make you strong» (Against Me!), «We die young» (Alice In Chains) y «Where is my mind» (Pixies).

El plan seguiría con sexo, mucho sexo. En todas las encuestas aparece «Sexual healing» (de Marvin Gaye) como la canción perfecta para la seducción y el posterior polvo. Pero ofrezcamos un menú más amplio, por aquello de acaparar todas las perversiones: la edulcorada «Sex on fire» (Kings of Leon), la sexy «Hey Joe» (Jimi Hendrix), la obvia «I feel you» (Depeche Mode), la sucia «Hard for you» (Beasts of Bourbon), la autóctona «Egunsentian» (Kuraia) y, por qué no, la sádica y brutal «Fucked with a knife» (Cannibal Corpse).

Y tras beber y follar, o follar y beber, aunque en este caso el orden sí puede llegar a alterar el producto, nada mejor que encenderse un cigarrillo (rompiendo con varios meses de abstinencia) y sentarse tranquilamente a observar el acabose. Y suenan «Sokaren itzala» (Dut), «World without tears» (Lucinda Williams), «The four horsemen» (Metallica), «Street spirit» (Radiohead), «The show must go on» (Queen), «Raining blood» (Slayer), «The end» (The Doors)... y la voz de Johnny Cash entonando «Hurt» mientras la tierra se abre bajo nuestros pies.

Si por algún casual hubiera un mañana, pues a olvidar esas escasas horas de rockstar de las que hemos gozado y a seguir con nuestras vidas. Y por si acaso, una vez más, a pedir a Olentzero que las camas vacías de nuestras casas vuelvan a estar ocupadas por sus propietarios y propietarias.