El tema catalán les está poniendo de los nervios, hasta el punto de cargar contra todo lo que se menea por aquella nación. Como el Barça, club que está enamorando a medio mundo (porque al otro medio no le gusta el fútbol) y hace que hasta servidora, que no es muy aficionada, se enganche a ver los partidos. Sin embargo, tiene un pero, y es que es «un nido de independentistas». Así lo afirma un personaje que firma como «Ciudadano X» -sí, es algo patético- en «Estrelladigital».

El anónimo plumilla acusa al Barça de que «más que pensar en ganar la Champions, está más interesada en pedir la independencia de Cataluña», lo que es una sinsorgada, porque se puede hacer lo uno y lo otro al mismo tiempo, y estos llevan camino de hacerlo. Dicho, esto, el tal X -de qué me suena ese nombre- empieza a cargar contra sus figuras. Primero contra Messi, diciendo que «sólo Cataluña y su régimen consiguen que un argentino salga en defensa del catalán y en contra del castellano. De risa, si no fuera porque en verdad es para llorar». Lo que dan ganas de llorar es lo que escriben algunos columnistas. Después, el personaje ataca a Pujol y Xavi, porque «han cargado contra el ministro. El defensa de Lérida lo hizo a través de twitter jugando con el nombre de Wert y poniendo `Wertgonya', muy ocurrente el muchacho. Y ahora Xavi, capitán del Barcelona y pilar de la selección española ha cargado contra la reforma educativa del gobierno». Que servidora piensa que están en todo su derecho a hacerlo, ¿no?.

Según Mr. X, «el Barcelona se ha convertido en una maquinaria propagandística del independentismo y no de catalanismo. Algunos catalanes, en su soberbia y en su prepotencia, no entienden que hay seguidores del Barcelona que son de Soria, Lugo, Madrid, Marruecos y Los Ángeles y que no entienden de política y que les repugna todo este tipo de actos políticos tan alejados del deporte». Pues esos seguidores de Soria, Lugo, Madrid, Marruecos y Los Ángeles tendrán que respetar lo que piensan los seguidores de Vic, Lleida o Manresa, por ejemplo. Pero él insiste: «es una pena porque un equipo que ha hecho historia en el fútbol se encamina hacia una deriva independentista, paleta y provinciana que tira para atrás y que hace que muchos seguidores del Barcelona se replanteen sus sentimientos». Seguro que no son tantos.