La Asamblea Nacional del PNV decidió ayer optar por la vía rápida para elegir al sucesor de Iñigo Urkullu al frente del partido, quien será sustituido por uno de los actuales miembros del EBB. Tras una reunión extraordinaria celebrada a última hora de la tarde en Sabin Etxea, la dirección del PNV anunció que será la Asamblea Nacional la que designe al presidente del EBB, «en aplicación del procedimiento electoral previsto en los reglamentos vigentes desde el año 1995», según informó el partido en un comunicado. La asamblea optó así por descartar la apertura de un proceso de consulta entre las bases, que hubiera prolongado el proceso durante más de dos meses.

Próxima reunión sin fecha

El máximo órgano del partido volverá a reunirse en próximas fechas para designar al integrante de la ejecutiva que relevará a Urkullu, de los que parte como favorito el presidente del PNV de Bizkaia, Andoni Ortuzar.

Aunque se había barajado la fecha del 12 de enero, aún no se ha confirmado el día en que volverá a reunirse la asamblea para abordar la designación.

En esa próxima cita, según detalla el comunicado, se debatirán las propuestas que hagan los representantes jeltzales y posteriormente se votarán.

Sobre el proceso de elección, la asamblea precisó, asimismo, que será el burukide del actual EBB que cuente con más apoyos quien será designado nuevo presidente.

La reunión contó con la asistencia de Iñigo Urkullu, quien se dirigió a la dirección del partido para agradecer el apoyo que tuvo hace casi un año, cuando fue elegido presidente del EBB, según la nota.

Urkullu subrayó ante la asamblea el «orgullo» que ha sentido por haber ocupado la máxima representación del PNV y pidió a los cargos jelkides que sigan «trabajando y defendiendo los intereses de Euskadi y el liderazgo político que en estos momentos corresponde a EAJ-PNV».

Acompañaron al lehendakari, varios consejeros del nuevo Ejecutivo de Lakua, como Josu Erkoreka, Juan María Aburto y Ricardo Gatzagaetxebarria.

En declaraciones a Radio Euskadi antes de la reunión de la tarde, Urkullu se mostró confiado en que su sucesión se hará con «absoluta normalidad». «No está dentro de mis preocupaciones», precisó, para agregar su convencimiento de que la persona que le relevará al frente del PNV será «la mejor».