Bizardunak debuta en 2009 con un álbum homónimo que rompe estereotipos en Euskal Herria. Propone una mezcla de folk-rock que transmite el espíritu transgresor de The Pogues con la formalidad de unos Dubliners. Sus primeras actuaciones resultan caóticas, demasiados músicos, espíritu exaltado y sonorizaciones o equipos sin el tiempo ni los medios adecuados. Pero la dinamita está ahí mostrando su potencial.

Un poco más allá del año se edita «En zugzwang», que amplía la mirada de estos navarros y gipuzkoanos. El cambio es notable y la sonoridad y proyecto aún son más originales y distantes a las propuestas del resto de bandas vascas.

En 2013 Baga Biga, su tercera discográfica, publica «Ur ederra kirats infinituan», donde se produce la mayor mutación del grupo. No se trata de emborronar el pasado, el folk, las flautas, el bodhran, el acordeón, el violín... continúan en el sonido Bizardunak, pero a la parte más relacionada con el folk británico e irlandés se le une la sicodelia, el uso intensivo de las guitarras y el peso del banjo, Melódicamente las nuevas canciones son también diferentes, al menos en parte. «Azken heroia» no extrañará a ninguno de sus seguidores ( y eso que también representa una pequeña revolución sonora) ni el soberbio single «Barrezka» (con su afortunado videoclip grabado en un cine de Atarrabia), pero sí lo hará «Hegalaldiak», una apasionante canción de compleja situación en el directo, pero de virtudes más que lúcidas. De hecho, no se ha grabado en la música vasca nada parecido, incluida la forma de cantar de Iñigo Cabezafuego. El inicio de «Odol beroko sugea» sugiere hallarnos ante la tradición musical del grupo, es cierto, pero según progresa su apuesta folk-rock se reviste de imaginación, épica y la llegada de un fraseo guitarrero espléndido, inconcebible en el inicio del grupo. La canción no deja de ser una de las perlas de «Ur ederra kirats infinituan». La mezcla de folk y rock vuelve a presentarse con energía en «Omega mailua o «Donibaneko okindegia». El disco concluye con «Balada beltza», diferente a lo anterior, coral, una maravilla.

El gestor de la nueva capa de canciones con sus colores es Adolfo Alcocer, que deja el bajo, para pasar a su instrumento natural, la guitarra, pero también a aportar una serie de ideas en dirección sicodélica. No obstante, nada sería lo que es si todos no hubiesen avanzado como músicos y como receptores. Un todo, finalmente, que ha construido uno de los mejores discos de nuestra apretada historia musical.

«Ur ederra kirats infinituan» es diferente a los dos discos anteriores, pero marca más distancia respecto al antecesor que de este, «En zugzwang», a «Bizardunak», entre los que ya había una notable distancia.

Jose Mari: Como bien dices ya había una diferencia evidente entre el primero y el segundo pero esto es otra cosa... Hemos hecho colisionar el folk que hacíamos con el rock and roll que hemos hecho toda la vida. En cada disco arriesgamos y nos movemos un poco de la foto; de lo contrario, esta aventura musical dejaría de serlo... La presencia de Adolfo y Aitor a las guitarras lo ha hecho posible.

Desde el primer disco se ha percibido que la sicodelia les rondaba, pero en este álbum parece que se han caído en una marmita repleta de ácido lisérgico anglosajón que venden en las tiendas de folk-rock...

JM: Venimos de Mermaid o de Electric Riders, somos fanáticos de Pink Floyd, la Incredible String Band y de ciertos caramelos... Se nota. está bien, el planeta Tierra no está lleno de bandas de folk-rock sicodélico.

Quizá la canción que más sorprenda sea «Hegalaldiak», nadie ha grabado en Euskal Herria nada parecido. Esa melodía, el final crepuscular, la épica, la forma...

Iñigo Garcés: Bueno, al final somos muchos compositores, cada uno trae su pedrada, y los demás le siguen. En este caso, se estuvo dudando de meterla en el disco, porque no pedía los instrumentos que solemos tocar, solo mandolina... Pero como nos gustaba tanto, y LeRoy hizo esa letra tan sicodélica... pues para dentro. La verdad es que aún no sabemos bien qué hacer con ella en el directo.

El tercer disco llega cuando le corresponde; pero coincide con que son mejores músicos, más creativos, más abiertos y capaces de grabar con un sonido perfectamente legible a pesar de los numeroso instrumentos que tocan y la multitud que se aglutina sobre el escenario o al otro lado de la mesa de mezclas.

JM: En Bizardunak es todo demasiado caótico como para hacer las cosas cuando corresponden, como si fuese un plan elaborado... Tuvimos la intuición de que este disco necesitaba algo más en la producción y tuvimos la suerte de poder tener a Luther Russel como productor. Nos convenció de que teníamos algo especial con estas canciones y al final la intuición se convirtió en una gran idea.

No obstante, dado su aparente acratismo, no es sencillo imaginarles bajo disciplina.

IG: Mola que alguien saque el látigo, que es la manera de sacar lo mejor de nosotros. Si llevamos desde que nacemos acatando órdenes, por qué iba a ser diferente haciendo un disco. Nos sacó de quicio un par de veces, y hubiéramos sacado la mano a pasear, pero, en perspectiva, fue una gran idea.

En ese video tan sencillo, como espontáneo y creativo, aparece por unos instante Eskroto (Gavilán). ¿Por qué sale, quién es el otro joven que le acompaña?

JM: Si eras un crío en los 80 en Iruña y te interesaba el rock, Eskroto era el hombre. Con perspectiva histórica, solo puedo decir que Eskroto es el personaje mas idiosincrático que ha salido de Iruña en los últimos 30 años. Su compañero de fotograma es Varg Vikernes del grupo Burzum, famoso por haber asesinado a un compañero de grupo. A veces, solo a veces, parece un guía espiritual ja,ja,ja... [Varg mató a Euronymous, quien a su vez había comentado que mataría a Varg. Cosas de noruegos y el black metal. Varg pasó en la cárcel 16 años].

También sorprende que colaboré en el video Josetxo Ezponza (Los Bichos), a quien se recuerda con profunda admiración y respeto. Si cabe, más elegante que Nick Cave.

IG: En el último año hemos tenido mucha relación, digamos que ha salido un poco más de la Bat-Cueva... Estamos disfrutando mucho de su compañía. Yo creo que necesitaba algún colega que no le estuviese diciendo a cada momento lo cojonudo que es, que no hiciese genuflexiones a su paso... Esos somos nosotros. Para nosotros era perfecto por dos motivos: como justicia histórica, merece volver a la palestra, y... ¡joder, estéticamente el video gana la hostia!

Llega el tercer disco, suenan las flautas, el acordeón, pero también las guitarras eléctricas...

JM: Ese era el gran reto del disco, pero queríamos hacerlo como lo hacían Neil Young o Fairport Convention, no como lo hacen los grupos actuales de celtic-punk. Creemos que lo hemos logrado.

¿Este es el equilibro: folk, rock, pop (de los sesenta), sicodelia...?

JM: Nos parece un equilibrio perfecto. No tenemos ni idea de si haremos otro disco, pero si sucede, está claro que hemos encontrado un lugar (musicalmente) donde poder desarrollar un montón de canciones diferentes manteniendo nuestra personalidad.