El presidente yemení, Abd Rabbo Mansur Hadi, ha llevado a cabo una reestructuración del Ejército reduciendo el poder del círculo más próximo al exjefe del Estado, Ali Abdallah Saleh. La poderosa Guardia Republicana, una unidad de elite del Ejército comandada por el hijo mayor de Saleh, Ahmed, ha desaparecido y uno de sus sobrinos ha sido apartado del puesto de comandante adjunto de las fuerzas de Seguridad Central.

Tanto la Guardia Republicana como la Seguridad Central están acusadas de disparar sobre las manifestaciones que pidieron la renuncia de Saleh el año pasado.

Las medidas fueron aplaudidas por las monarquías del Golfo, que apadrinaron el acuerdo por el que Saleh dejó el poder a cambio de la inmunidad.

No obstante, la oposición cree que mantiene gran parte de su poder dentro del Estado, especialmente dentro del Ejercito. Decenas de miles de personas reclamaron ayer en Saná que se anule la inmunidad y sea juzgado.