El a�o que hoy termina no ha dado opci�n al optimismo en lo referente a la violencia sexista, un fen�meno que no remite y, por tanto, exige especial atenci�n. Ha resultado un a�o cruel, por utilizar la expresi�n que Bilgune Feminista emplea en su balance de 2012. Ante el mismo, puede resultar comprensible el deseo de que pase lo antes posible tan nefasto a�o, pero a las 24:00 horas de hoy nada habr� cambiado, comenzar� otro a�o en el que la misma amenaza y la misma mentalidad seguir�n vigentes.

Las consecuencias m�s graves, obviamente, son las muertes, que este a�o en Euskal Herria han sido nada menos que seis, y tristemente no es una exageraci�n afirmar que podr�an haber sido muchas m�s; esa es la consecuencias m�s terrible e irreversible, pero ese balance refleja un problema inmensamente mayor, una insoportable sucesi�n de agresiones diarias, una continua violencia tanto f�sica como s�quica con una casu�stica de diferente gravedad pero de origen com�n. Ma�ana continuar� el mismo peligro porque continuar� una mentalidad que el d�a a d�a demuestra que se est� muy lejos de superar y sus efectos van m�s all� de la agresi�n f�sica. La crisis actual ha dejado en evidencia que las mujeres, que part�an de una situaci�n de desventaja, son uno de los sectores m�s duramente golpeados por los recortes o el desempleo.

Como aspecto positivo, cabe resaltar el auge y la mayor visualizaci�n de la lucha contra esa violencia. Una lucha que pasa por la exigencia de implicaci�n plena de las instituciones, que vaya m�s all� de conmemoraciones oficiales e iniciativas que m�s tienen que ver con actos propagand�sticos que con medidas eficaces a todos los niveles y que contemplen un estudio pormenorizado de cada caso y busquen soluciones espec�ficas para cada uno. No obstante, esa lucha tambi�n es de concienciaci�n de la sociedad, ya que un problema de semejante envergadura no ata�e solo a las instituciones p�blicas, sino tambi�n a todos los ciudadanos y ciudadanas, que han de ser conscientes de que cualquier agresi�n machista es una agresi�n a toda la sociedad.