Las bolsas cierran con ganancias en 2012 con un escenario hostil
Las bolsas europeas comienzan un nuevo ejercicio después de finalizar con avances en 2012, a pesar del escenario hostil predominante. Solo el Ibex (-4,66%) terminó en negativo, pero no así el Ibex con dividendos, que subió un 2,78%, gracias a la intervención del BCE.
Alberto CASTRO |
El año pasado fue difícil, dado que Europa se tambaleó, tejiendo sus acciones con la madeja del escepticismo e incapacidad a la hora de tomar decisiones efectivas. La posibilidad de una ruptura del euro planeó con fuerza, dado que Grecia sigue en graves problemas para generar confianza dentro y fuera de sus fronteras, a pesar de algún éxito puntual como la mejora de su calificación crediticia el pasado mes. Otros estados, como el español e Italia, están sufriendo la presión de la prima de riesgo, con el consiguiente temor a perder la capacidad de financiarse en los mercados y verse obligados a solicitar también un rescate a medida.
Déficit y deuda
La crisis de la deuda y el elevado déficit han formado un cóctel explosivo latente que estuvo a punto de explotar en verano. Pero la intervención del presidente del BCE, Mario Draghi el 26 de julio, en la que aseguraba estar dispuesto a hacer todo lo necesario para preservar el euro, subrayándolo con un retador «y créanme cuando les digo que será suficiente», sirvió para atemperar los ánimos en los mercados de deuda y rebajar las primas de riesgo soberanas de los estados periféricos. El aviso se sustanció tiempo después en la disposición del BCE a la compra ilimitada de bonos. Desde ese momento, el Ibex reaccionó al alza y rebajó de forma considerable las pérdidas soportadas a lo largo de la primera parte del año. En paralelo, varias iniciativas para una mayor integración europea, como la creación de un mecanismo único de supervisión bancaria, han comenzado a desarrollarse. En este caso, se espera que este mecanismo opere a partir de 2014. Pese al giro del segundo semestre, el panorama no acaba de despejarse para el Estado español, que ha aceptado sin rechistar los recortes sociales exigidos por Bruselas. Estos, además, podrían aumentarse este año de continuar el elevado déficit -sólo el Gobierno español apuesta por dejarlo en el 4,5% pactado- y profundizarse la recesión por encima del optimista 0,5%.
Por el momento, uno de los grandes escollos, la reestructuración bancaria, parece haber encontrado la senda de la solución, aunque todavía quedan flecos como los despidos masivos y la entrada en acción del banco malo (Sareb). De cumplirse los objetivos del Gobierno Rajoy, los cerca de 55.000 millones de euros empleados en el saneamiento de los bancos, entre el rescate e inyecciones previas de capital, tendrían que permitir la vuelta del crédito y la inversión, algo difícil de pronosticar.
Y si miramos a Europa, el panorama se va complicando según pasan los meses. La eurozona se encuentra en recesión desde el tercer trimestre de 2012. Además, los analistas esperan que Alemania también sufra decrecimientos este año y sea víctima de su propia medicina de austeridad aplicada al resto de socios europeos.
Por su lado, en Estados Unidos la economía está dando síntomas de mejoría, pero no termina de acelerarse e, incluso, podría ralentizarse a corto plazo, tal como advertía Ben Bernanke. Así, se espera el mantenimiento de las políticas expansivas y de los tipos de interés entre el 0 y el 0,25%, un nivel que permanece inalterado desde diciembre de 2008.
Además, hasta el último momento del pasado año se estuvo en vilo por la posibilidad de caer en el abismo fiscal. Un expresión que resumía el pavor a la adopción automática de una subida de impuestos generalizada y un contundente recorte del gasto social, valorados en 600.000 millones de dólares.