Ironías de la vida, el 28 de diciembre de 2012, día de los inocentes, ha pasado a ser significativo en el pequeño calendario de las personas de Gasteiz. Por primera vez, y gracias a los votos de Bildu, PNV y PSE, pudimos leer que «el Ayuntamiento de Gasteiz solicita que se proceda a la puesta en libertad de Gotzone López de Luzuriaga y José Ramón López de Abetxuko». Por fin. Un gesto, un símbolo, un primer paso que nunca antes se había dado en este Consistorio.

José Ramón López de Abetxuko y Gotzone López de Luzuriaga permanecen en prisión pese a estar afectados por graves enfermedades: López de Luzuriaga padece un cáncer de mama tipo 1, con tratamiento de radioterapia y aparición de diferentes patologías. López de Abetxuko sufre una cardiopatía agravada por la aparición de otras enfermedades tras su prolongada estancia en prisión. Entre ambos suman además casi medio siglo de cárcel.

El trabajo para que la moción fuera aprobada nos ha exigido cintura y compromiso, pero desde luego la pluralidad ideológica de las 175 personas que formamos la iniciativa popular ha ayudado en su aprobación. 175 gasteiztarras conocidos por su trayectoria; bien artística, comunicativa, profesional, social, política, etc. En cualquier caso, un grupo nutrido y representativo de la ciudadanía que hemos apostado por mostrar, de manera pública, un compromiso con los derechos humanos más básicos y en contra de la privación de libertad a dos personas, dos vecinos, gravemente enfermos.

Un compromiso público que nos ha dejado como fruto una moción de tres puntos, asumible por cualquier persona, pero que ha dibujado un paisaje diferente. Si bien Bildu, PNV y PSE fueron capaces de alcanzar un acuerdo con los derechos humanos como mínimo común denominador, el Partido Popular se autoexcluyó. Autoexclusión, ya que ni tan siquiera se abstuvo. Autoexclusión que evidenció la enorme dificultad para cambiar un discurso caduco, de otro tiempo, que sigue enrocado en el inmovilismo más absurdo. Y es que resultó irónico que quienes dicen defender los derechos humanos de todas las personas voten ahora en contra cuando la apuesta es por el respeto más escrupuloso de todos los derechos.

La explicación del voto en el Pleno por la señora Garmendia solo vislumbró la propia dificultad que comienza a tener el PP para explicar ciertas posiciones. En Gasteiz, a Bildu, PNV y PSE hay que reconocerles el esfuerzo por superar esta etapa de sufrimiento y dolor. Por mirar hacia adelante apostando por los derechos humanos de manera pú- blica y en contra de la excepcionalidad y la discrecionalidad.

Ese es el camino. ¿Cómo nos comemos un elefante? Pues partiéndolo en trozos bien pequeños. La participación de los diferentes sectores, la creación de espacios de encuentro con mínimos comunes denominadores y la movilización son las claves.

Por eso, de la moción de Gasteiz, de ese pequeño paso que hemos logrado dar en el Ayuntamiento, tenemos que dar el salto a la gran movilización de Bilbao. El próximo día 12 de enero tenemos una cita. Las personas firmantes de esta iniciativa popular ya nos hemos posicionado públicamente con los derechos humanos. Nos vemos en Bilbao.