San Mamés fue durante décadas terreno exclusivo de leones. Abrió después, en ocasiones, sus puertas a los cachorros. Desde hace una década el género no es motivo de exclusión y también ellas tienen la posibilidad de saltar al césped.

Y para celebrar, precisamente, una fecha tan señalada en una historia que no es parca en acontecimientos, la Catedral se viste hoy de fiesta. El Athletic de Juanlu Fuentes se enfrenta al Arsenal Ladies, uno de los mejores equipos del continente. Una cita de carácter amistoso, sí, pero con todos los alicientes para que la grada presente un buen aspecto, lo que, por otra parte, también tendrá su repercusión solidaria, no en vano el club rojiblanco destinará la taquilla a proyectos de lucha contra la violencia de género.

Poco hay que decir en el terreno emotivo. El encuentro homenajeará a aquel Athletic pionero. El equipo que, tras la unión con el Leioa, que conseguía el ascenso la campaña anterior, debutaba directamente en Superliga en la temporada 02/03. Y no se conformó con reconocer el terreno. Se hizo con el título liguero, al que posteriormente añadiría otros tres. Aunque el éxito no se limitó al rectángulo de juego. Aquel grupo de leonas, dirigidas por Iñigo Juaristi -hoy coordinador general de fútbol femenino del club- no solo se dio el gustazo de competir sobre el césped de San Mamés, sino que prácticamente llenó el estadio en aquellas últimas jornadas en las que más de 30.000 aficionados les ayudaron a conseguir su primer título, como después se echarían a las calles de Bilbo para celebrarlo.

Cuatro de aquellas jugadoras siguen defendiendo la camiseta rojiblanca. Tzibi, Iraia, Arrate Orueta y Eli Ibarra vivirán un momento especialmente emotico en un encuentro en el que, con todo, el aspecto deportivo no queda en segundo plano.

El Athletic se enfrenta al gran dominador del fútbol británico en los últimos lustros -doce Ligas y diez Copas entre otros títulos-, en los que también ha tenido protagonismo continental, con un título de Champions y presencia habitual en las últimas rondas del torneo. Un rival estratosférico para poner a prueba la entidad de un equipo que la próxima semana retoma la competición con su quinto título de Liga como objetivo y un optimismo más que justificado.

Y que suspira con que la cita de este mediodía no sea sino el adelanto de un futuro próximo, con el Athletic de vuelta en competiciones internacionales.