Varios medios turcos anunciaron ayer la firma de un «acuerdo marco» de un alto el fuego desde el mes de marzo y el repliegue a Kurdistán Sur (Irak) de los guerrilleros del PKK a cambio de una reforma constitucional destinada a garantizar los derechos de la minoría kurda en el Estado turco, entre ellos el uso de su lengua en la enseñanza.

El acuerdo prevé un desarme de la guerrilla en caso de que las posteriores negociaciones fructificaran, así como la puesta en libertad de cientos de prisioneros políticos kurdos y una serie de reformas para reconocer la identidad de los kurdos del norte, presentados por Ankara como «turcos de las montañas».

El diario «Radikal» aseguró que el líder del PKK. Abdullah Oçalan, estaría preparando varios comunicados destinados a dar a conocer su posición a la opinión pública turca y al pueblo kurdo, diseminado en cuatro estados y exiliado en Europa.

Una delegación oficial turca negocia desde finales de noviembre con Oçalan, prisionero desde 1999 en la isla-prisión de Imrali.

Sin confirmación oficial

Ninguna de las partes ha confirmado oficialmente este supuesto acuerdo marco. Desde Níger, donde se encuentra en el marco de una gira africana, el primer ministro turco, Recep Tayip Erdogan, insistió en exigir a la guerrilla del PKK que «abandonen Turquía y depongan las armas», e remarcó que «seguimos la lucha» contra el PKK. Erdogan insiste en rechazar la liberación de Oçalan y una amnistía general para los guerrilleros.

Ahmet Turk, diputado del kurdo Partido por la Paz y la Democracia (BDP), se negó a comentar estas informaciones.

El Gobierno de Erdogan, líder del islamista AKP, cuenta con el apoyo de la principal formación opositora turca, el kemalista CHP, en las negociaciones con Oçalan. Por contra, el panturco MHP, tercera fuerza en el Parlamento, rechaza el diálogo.