La presidenta de UPN y del Gobierno navarro, Yolanda Barcina, parece haber cerrado un frente -el interno- pero se le agudiza otro de los que tiene abiertos en el ámbito externo -el de Caja Navarra-. ``Diario de Noticias de Navarra'' aseguró ayer que fue una de los «clientes VIP» que adquirieron las oficinas de Caja Navarra en condiciones ventajosas. Barcina ha estado en los órganos de gobierno y control de la entidad durante quince años.

Todas estas convulsiones, unidas a las derivadas del Gobierno y sus políticas de recortes, están posiblemente en la raíz del cierre de filas alcanzado con Alberto Catalán, y del que dio cuenta ayer ``Diario de Navarra'': Al parecer, el viernes llegaron a un punto de consenso que evita la batalla interna en el congreso que UPN realizará en marzo. Barcina será única candidata a la presidencia del partido y Catalán continuará como vicepresidente pero con nuevos poderes, que en la práctica le conver- tirían en el auténtico líder. Yolanda Barcina tendría esta responsabilidad solo a título nominal, pero en realidad se centrará en el Gobierno.

Con esta fórmula se evita la bicefalia, que Barcina considera que fue muy perjudicial cuando ella accedió a la Presidencia del partido y tuvo que «cohabitar» con Miguel Sanz, presidente del Gobierno navarro. Desde su posición Barcina apostaba por recuperar la entente con el PP, mientras que Sanz priorizaba la unidad de acción con el PSN que garantizaba a su gobierno la mayoría parlamentaria.

Catalán, Sanz y sus partidarios habían visto en la crisis que sufre el Gobierno de Barcina tras expulsar al PSN una palanca sobre la que plantarle cara en el congreso. Pero al final ha pesado más el temor a un combate interno que asolara a UPN.

En 2009

En cuanto a Caja Navarra, el tema vuelve hoy a la Mesa y Junta del Parlamento navarro con dos solicitudes de comparecencia, una de ellas de Barcina. ``Diario de Noticias'' reveló ayer que es una de las personas que, en calidad de clientes exclusivos, se benefició de la adquisición de oficinas de Caja Navarra en 2009.

Ello se suma a una ya interminable cascada de noticias con un mismo denominador común: la caja se fue desmoronando mientras dejaba pingües beneficios a sus gestores. En el caso de Barcina, antes ya había constancia de las enormes dietas cobradas, entre otros conceptos por una fantasmagórica Junta de Entidades Fundadoras. Recientemente trascendió también que varios responsables obtuvieron créditos ventajosos.