El Tribunal de Apelaciones de Egipto decidió «anular todos los veredictos pronunciados por el Tribunal Penal de El Cairo en junio de 2012 y ordenar un nuevo proceso» para el expresidente Hosni Mubarak, sus dos hijos, Alaa y Gamal, su ministro de Interior, Habib el-Adli y seis responsables de los servicios de seguridad.

Mubarak y su ministro de Interior fueron condenados a cadena perpetua por la muerte de manifestantes durante la revuelta de enero-febrero de 2011. Sus dos hijos, vieron prescritas las acusaciones de corrupción que pesaban sobre ellos y seis exaltos responsables de su policía fueron absueltos y algunos de ellos han sido liberados desde entonces.

Estos veredictos, sobre todo las absoluciones de altos responsables policiales, condujeron a miles de egipcios a manifestarse en El Cairo y en otras ciudades del país.

El anuncio del tribunal fue celebrado ayer con gritos de «¡Viva la justicia!» por los partidarios de Mubarak, que agitaban su retrato dentro de la sala, mientras que varias decenas más gritaban en el exterior «¡Te queremos, presidente!», según un corresponsal de la AFP.

Esta decisión tuvo lugar cuando faltan menos de dos semanas para la conmemoración del comienzo de la revuelta popular del 25 de enero de 2011, en un contexto político y social difícil, gobernado por su primer presidente islamista.

La Iniciativa Egipcia por los Derechos de las Personas opinó que se trata de «un resultado previsible en un juicio plagado de irregularidades y que ha ocultado el rol de los servicios de seguridad en la represión».

Uno de los letrados de la acusación, Asad Heikal, no se mostró sorprendido por el fallo, «especialmente después de que el tribunal anulara recientemente varias sentencias contra miembros del antiguo régimen».

Campamento atacado

El Movimiento Jóvenes del 6 de Abril, uno de los instigadores de la revolución que derrocó al régimen de Mubarak después de tres décadas en el poder, subrayó que la admisión de los recursos «obligará a las fuerzas revolucionarias a trabajar de nuevo en las plazas para conseguir los objetivos de la revolución, en especial, con ocasión del aniversario del 25 de enero». El movimiento advirtió de que los grupos opositores deben actuar para «evitar una sentencia que anule la revolución y beneficie a Mubarak y sus criminales».

Mubarak fue el primero de los dirigentes derrocados por la Primavera Árabe en ser juzgado. Fue encarcelado en la prisión de Tora y su salud está siendo objeto de numerosa especulaciones e informaciones contradictorias.

Unas horas antes de conocerse el fallo judicial, el campamento de protesta instalado ante el palacio presidencial desde hace dos meses fue atacado por enmascarados con cócteles molotov y, cuando intervino la policía, dispararon con postas sobre la multitud.

Según el Ministerio de Sanidad, siete policías y 16 civiles resultaron heridos. Los acampados reclaman que se anule la nueva Constitución, que critican por restringir las libertades y su orientación islamista.