El Gobierno de UPN aprobó ayer de manera definitiva el Proyecto Sectorial de Incidencia Supramunicipal (Prosis) que autoriza a Cementos Portland la quema de residuos como combustible alternativo en su planta de Olatzagutia. El proyecto es rechazado por ayuntamientos y vecinos de Sakana.

Este Prosis supone la aprobación urbanística y medioambiental de las instalaciones necesarias para la recepción, almacenamiento y dosificación de residuos «no peligrosos» en el proceso de producción de cemento de la fábrica de Portland Valderrivas SA. Así, el Ejecutivo de Barcina considera «ambientalmente viable» el proyecto y le concede una nueva autorización ambiental integrada.

El «objetivo estratégico», defiende la empresa, es «contribuir a la sostenibilidad» de la planta en términos sociales, económicos y ambientales mediante la reducción de costes de producción, el ahorro energético y la disminución del consumo de combustibles fósiles y consiguientes emisiones de gases de efecto invernadero.

El Gobierno resuelve la demanda planteada por la cementera y las alegaciones en poco más de medio año y con este último paso «da por cumplido su compromiso», precisó el vicepresidente y portavoz del Ejecutivo, Juan Luis Sánchez de Muniáin, quien destacó que así se podrá mantener el empleo directo en Portland y el que depende de esta empresa en Sakana de manera indirecta.