La Caja de Ahorros de Navarra, aquella que en su día manejase un capital nada desdeñable, se fue evaporando poco a poco hasta desaparecer vía Banca Cívica y Caixabank. Pero esa trayectoria hasta la nada no para todos ha sido desastrosa. Yolanda Barcina, presidenta de Nafarroa, cobró sustanciosas dietas de los órganos de la entidad por donde pasó, incluso de la sociedad Hiscan Patrimonio, penosa inversión que para Barcina no lo fue tanto.