Mientras Gipuzkoa tiene su presupuesto aprobado en tiempo y forma, lo que está ocurriendo en las diputaciones de Araba y Bizkaia toma tintes muy poco edificantes. Las direcciones del de PNV y del PP de la CAV se invitan al cruce de acuerdos para garantizar la estabilidad de cada territorio pero, cuando entran en liza los dirigentes alaveses, las cosas vuelven a torcerse.

Araba se gobierna en la actualidad con la prórroga de los presupuestos de 2012, después de que las Juntas Generales devolvieran el proyecto presentado por la Diputación. El PP había negociado varias enmiendas parciales con el PNV pero, cuando se votaron las enmiendas a la totalidad de Bildu y PSE, los jeltzales se abstuvieron permitiendo que el proyecto decayera. Al PP no le sentó nada bien la jugada del PNV y menos después de que Iñigo Urkullu hubiera abogado públicamente por facilitar que cada institución tuviera su presupuesto renovado.

En Bizkaia ni siquiera se ha tramitado el presupuesto todavía. Está previsto que las JJGG fijen hoy la fecha del pleno para el debate de las enmiendas a la totalidad. En este territorio, a las cuestiones políticas se le han añadido los imponderables personales. En principio, se esperaba que este debate tuviera lugar a finales de setiembre, pero el fallecimiento de una juntera del PNV, primero, y la dimisión de Juan María Aburto, después, dejaban en una difícil situación al PNV hasta que sus sustitutos tomara posesión de sus cargos.

En la Cámara vizcaina, el PNV cuenta con 22 junteros. Y Bildu (12) y PSE (9) proponen la devolución de las cuentas. Los jeltzales necesitan que el PP (8) al menos se abstenga para aprobar el presupuesto.

Pero tras haber visto cómo el PNV dejaba caer los presupuestos de Araba, el PP es poco proclive a los regalos en Bizkaia.

Deseo vicaino, recelo alavés

El diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, no quiere en ningún caso ver que, por primera vez, su proyecto de presupuestos es devuelto a la Diputación por las Juntas Generales y el PNV se está moviendo para tratar de evitarlo. El único interlocutor en el que encuentran cierta receptividad es en el PP.

El presidente del EBB, Andoni Ortuzar, declaró ayer que su partido «pondrá todo lo que esté en su mano» para lograr con el PP un pacto que dé estabilidad en Araba y Bizkaia. El líder del PP, Antonio Basagoiti, interpreta que «el PNV quiere aprobar sus cuentas en Bizkaia y quiere que el PP colabore a ello, y el PP en Álava quiere aprobar sus cuentas y que el PNV colabore a ello».

Y, aunque parezca que están hablando un idioma común, mirando más de cerca se ve que no es así.

El diputado general de Araba, Javier De Andrés, del PP, se mostró dispuesto ayer a volver a presentar el proyecto de presupuestos de 2013, en esta ocasión con la incorporación de todas las enmiendas parciales que había presentado el PNV.

Esto, que parecía un gesto para facilitar el acuerdo, fue inmediatamente contestado por el portavoz juntero del PNV, Ramiro González, acusando al diputado general de «marear la perdiz». El jeltzale sostiene que lo que el PNV ha ofrecido al PP es la gestión tranquila de la prórroga, no la aprobación de un nuevo presupuesto. Y añadió que, cada vez que su partido hace una oferta a De Andrés, este pone un problema.

En este contexto de enredo, cabe destacar que un acuerdo entre PNV y PP es insuficiente para que se puedan aprobar los presupuestos de la CAV en el Parlamento autonómico.