Tras la fusión de las tres cajas vascas en Kutxabank, la plantilla de Informática Euskadi está sumida en una situación de incertidumbre. La compañía presta servicios informáticos a BBK y, una vez finalizada la integración informática de las cajas, la plantilla teme por sus puestos de trabajo. Para manifestar su temor y pedir explicaciones a Kutxabank, unos 70 trabajadores se concentraron ayer ante la sede de la entidad en Bilbo.

Bajo el lema «400 lanpostu arriskuan. Kutxabank responsable», los trabajadores denunciaron que han pedido en reiteradas ocasiones una reunión a la entidad sin que hayan recibido respuesta.

Las protestas se vienen sucediendo desde el pasado mes de noviembre y su principal petición es que, aunque las tres cajas se hayan fusionado, se mantengan los puestos y las condiciones de trabajo. Por ahora, no tienen conocimiento exacto de las intenciones de Kutxabank.

Venta de la participación

Informática Euskadi está actualmente participada en un 50% por Kutxabank y otro tanto por la multinacional de consultoría y servicios tecnológicos Accenture. Sin embargo, recientemente la entidad bancaria anunció su decisión de vender a Accenture la participación que tiene en la compañía informática. La plantilla sospecha que dicha decisión, unida a la fusión de servicios, pueda acarrear una pérdida de los puestos de trabajo. Por ello, pide que si la venta de participaciones se lleva a cabo, se subrogue a la totalidad de la plantilla.

Informática Euskadi lleva quince años gestionando los servicios informáticos a BBK y cuenta con una plantilla de 400 personas. Según informaron ayer, teniendo en cuenta a las empresas subcontratadas, en total 600 puestos podrían estar en peligro.

El de ayer fue el segundo de los paros que ya iniciaron el pasado 17 de diciembre demandando una reunión y el compromiso de Kuxabank y Accenture sin que hayan recibido «ningún tipo de contestación».