Después de semanas de negociaciones entre la empresa concesionaria Alsa, el Ayuntamiento y la representación de los trabajadores, el concejal delegado de Circulación y Transportes, Asier Abaunza, informó ayer de los recortes en Bilbobus, que se concretan, tal y como adelantó el pasado martes GARA, en una reducción de la flota de autobuses que presta el servicio.

Cinco vehículos se quedarán en cocheras a diario y los festivos mientras los sábados serán 2,5. A partir del 4 de febrero, quienes vayan a viajar en las líneas Deustua-Atxuri (11), San Inazio-Txurdinaga (13), Santutxu-Plaza Circular (40), Santutxu-Lezeaga (48), Larraskitu-Castaños (72) y Artatzu-Moyua (76) deberán aguardar más tiempo en las marquesinas, mientras la de San Inazio-Zorrotza (18) dejará de dar servicio al entorno de Zabalburu al acortar su trayecto.

Abaunza justificó el plan de ajuste, que acarreará la no renovación de ocho contratos temporales, por el aumento de los costes, principalmente por el encarecimiento en un 58,2% desde 2009 del gasóleo, y la caída de los ingresos. El edil jeltzales explicó que la recaudación no ha aumentado por las bonificaciones en algunos títulos y por la bajada en el número de usuarios, que situó en 2012 en el 2,88%, a causa de la crisis.

Pero los recortes no se limitarán a este año, para el próximo la frecuencia de la línea Sarrikue-Atxuri (22) aumentará en cinco minutos, y se recortará la de Atxuri a Terminus (62), finalizando en el Sagrado Corazón.