El PSC sigue siendo el principal escollo para pactar la Declaración de Soberanía del Pueblo Catalán entre todos los partidos que recogen el derecho a decidir en sus programas electorales -CiU, ERC, ICV-EUiA y CUP, además de los socialistas-. Representantes de las cinco formaciones se reunieron ayer en el Parlament con el objetivo de acercar posiciones y conseguir que la Declaración sea aprobada por la suma de 107 diputados en la votación del próximo 23 de enero.

Pese a la falta de acuerdo, todos los grupos valoraron positivamente el encuentro en las declaraciones a los medios de comunicación, emplazándose a seguir negociando durante el fin de semana, con la vista puesta en una segunda reunión que tendrá lugar el lunes. Posteriormente, sin embargo, trascendió que la posición del PSC, que sigue poniendo en el «respeto a la legalidad vigente» su «línea roja», es el principal impedimento a la hora de llegar a un acuerdo. Así lo sugirió el portavoz de CiU, Jordi Turull, al señalar que cuatro de las fuerzas políticas están cerca del acuerdo, mientras que un quinto partido está todavía lejos.

Por su parte, el portavoz del PSC, Maurici Lucena, siguió intentando hacer equilibrios imposibles entre lo que asegura que es un compromiso «inequívoco» con el derecho a decidir y su exigencia de respetar la «legalidad vigente», que precisamente niega el ejercicio de dicho derecho en el caso del Estado español. Lo hizo, además, sin pudor alguno a la hora de exigir que el proceso catalán siga los pasos del Quebec o el de Escocia, que han respetado la legalidad de los estados en los que se integran.