Los trabajadores de Corrugados temen el cierre patronal por parte de Gallardo
Los empleados de Corrugados Azpeitia, que siguen de vacaciones forzadas, volvieron a mostrar su voluntad de negociar con la dirección haciendo una oferta con propuestas concretas. Sin embargo, temen que el propietario esté pensando en el cierre de la factoría.
I.T. | DONOSTIA
Los trabajadores de Corrugados, que se encuentran de vacaciones impuestas hasta el próximo día 24 de enero, ofrecieron ayer una rueda de prensa en la que, además de hacer públicas sus propuestas alternativas a los últimos despidos planteados por la dirección, expresaron su temor al cierre de la factoría por la «actitud muy negativa» de su propietario, Alfonso Gallardo.
Los miembros del comité de empresa hicieron pública la propuesta que han presentado a la dirección. En la misma se pide que los despidos sean voluntarios y se muestran dispuestos a dejar de cobrar una paga extra -equivalente al 7% del salario- «si acordaramos su recuperación a futuro», puntualizan; asimismo, ofrecen la opción de «acordar el ERE de suspensión, siempre que sea equitativo y rotativo».
Por contra, los empleados no están dispuestos a aceptar el aumento de jornada que les han propuesto ni tampoco la rebaja salarial, «ni en la cantidad, ni en la forma». Además, piden a la empresa que «asuma compromisos, es decir, pagar la deuda salarial que tiene con los trabajadores, presentar un plan industrial que asegure 400.000 toneladas y que durante la vigencia del acuerdo no aplique un ERE de rescisión de contratos».
Tras hacer pública su propuesta, que ya ha transmitido a la dirección en las dos últimas reuniones, el comité, integrado por delegados de ELA y LAB, insistió en su preocupación «con la actitud que muestra la empresa» y, más concretamente, su propietario, Alfonso Gallardo, de quien dijeron «tenemos la sospecha de que no quiere seguir con la empresa. Las vacaciones son una excusa para no ponerla en marcha».
300 puestos de trabajo
Tras reconocer que en las dos últimas reuniones -mantenidas en Gasteiz y en Burgos, en una de ellas con Gallardo presente-, la dirección no les ha propuesto «nada nuevo», en relación a los 60 despidos, la rebaja de salarios y el aumento de jornada, los representantes de los trabajadores afirmaron que se pueden encontrar con «un cierre patronal y la desaparición de 300 puestos de trabajo» .
En este sentido, los empleados se han fijado el día 25 de enero como plazo límite para entrar en «una nueva fase de movilizaciones», en el caso que la empresa decidiera alargar aún más las vacaciones forzosas, que coparían todas las que les corresponden de 2013.
Antes de hacer pública su propuesta a la dirección y explicar la situación actual de las negociaciones, los trabajadores protagonizaron una manifestación desde la factoría hasta el centro de Azpeitia.