Un poco más tarde de las 18:00 una manifestación de más de 200 personas partió de la acampada de los trabajadores de Cementos Lemona, que llevan desde el 5 de diciembre frente a la empresa para rechazar los despidos, hasta la plaza del Ayuntamiento de la localidad para rechazar los despidos y el desmantelamiento que se está produciendo en Arratia.

Miembros de los comités de empresas de Arratia en crisis como Tecnichapa, Ormazabal, Tarabusi, Negarra, Gea-Ibérica, Araluce, Alfus, Hierros Sancho, TMC, Aliasa y, entre otras, Manufacturas Alfe se manifestaron por las calles de Lemoa. También estuvieron los trabajadores de Incoesa que, tras el despido de nueve de ellos, el comité decidió iniciar una huelga indefinida, lo que obligó a la empresa a dar marcha atrás por segunda vez en pocas fechas.

Jabi Amorrortu, representante de LAB, explicó al término de la manifestación, bajo la lluvia incesante, que consideran «la respuesta positiva para esta comarca. Ha habido muchas familias y mucha gente nos ha esperado en la plaza del Ayuntamiento de Lemoa porque saben que la planta de Cementos Lemona es necesaria».

Advirtió que mantendrán la acampada y la huelga indefinida hasta lograr una solución, porque «los despidos no los aceptamos. Esta cementera tiene trabajo para todos». En Lemoa, por otro lado, los trabajadores exigieron a las administraciones públicas que no cedan ante en chantaje de los empresarios y que adopten medidas para mantener los empleos, porque los despidos continuos en las empresas están generando «un clima social negativo» en Arratia.

Algunos de los participantes en la marcha explicaron que «en poco tiempo han tenido bastantes empresas que han reducido plantilla, lo que empeora las condiciones de vida de cientos de familias y nos deja con un futuro insostenible»

Asimismo, recordaron que la crisis «que no hemos generado la estamos pagando los trabajadores», precisó uno de los manifestantes que no entendía cómo «se puede estar favoreciendo siempre a los empresarios y a nosotros dejarnos con la espada de Damocles encima de la cabeza. No sabes si al día siguiente vas a ser tú el que le afecte esta lotería de los despidos o de empresas que dicen que cierran sus puertas».